Introducción
Un juez en Michoacán ordenó la liberación de 38 personas detenidas en un operativo realizado en el municipio de Vista Hermosa, donde las autoridades habían localizado un presunto campo de adiestramiento vinculado con la iglesia La Luz del Mundo. La decisión judicial se fundamentó en que las detenciones fueron ilegales, al no haberse acreditado la flagrancia ni la orden judicial correspondiente.
El caso ha despertado un intenso debate en torno al respeto al debido proceso, los límites de la libertad religiosa y la capacidad del Estado para enfrentar a organizaciones que operan con estructuras similares a las paramilitares.
El operativo en Vista Hermosa
El pasado 20 de septiembre, fuerzas de seguridad estatales y federales realizaron un operativo en el municipio de Vista Hermosa, en la frontera entre Michoacán y Jalisco. En el lugar localizaron un terreno que habría funcionado como centro de entrenamiento, donde se decomisaron chalecos tácticos, cascos, radios de comunicación, uniformes y réplicas de armas de fuego.
Las 38 personas detenidas afirmaron formar parte de un grupo denominado “Jahzer”, descrito como una guardia interna de seguridad para proteger a líderes, templos y propiedades de La Luz del Mundo. Esta estructura habría sido diseñada para actuar como un cuerpo de defensa en contextos de hostigamiento, inseguridad y violencia criminal.
La decisión judicial
El juez determinó que la detención fue ilegal, ya que no existía una orden de aprehensión y tampoco se acreditó la flagrancia en la comisión de un delito. De acuerdo con su resolución, la mera posesión de réplicas de armas y equipo táctico no constituye, por sí misma, un delito federal o del fuero común.
Además, se señaló que los detenidos fueron retenidos sin que se les informaran claramente los motivos de su arresto, lo que violó sus derechos constitucionales. Por ello, el juez ordenó su liberación inmediata, generando críticas de quienes consideran que la resolución representa un retroceso en la lucha contra posibles estructuras armadas ilegales.
La Luz del Mundo y sus antecedentes
La Luz del Mundo es una de las organizaciones religiosas más influyentes en México y con presencia internacional. En los últimos años, la iglesia ha estado marcada por la polémica debido al proceso judicial en Estados Unidos contra su líder, Naasón Joaquín García, condenado en 2022 por delitos de abuso sexual contra menores.
Tras ese escándalo, la organización ha enfrentado una creciente desconfianza social y un escrutinio más intenso por parte de medios y autoridades. El descubrimiento del grupo “Jahzer” y su aparente función como guardia privada reavivó las sospechas sobre la existencia de estructuras internas dedicadas al control y la defensa, más allá del ámbito estrictamente religioso.
Reacciones sociales y políticas
La decisión judicial ha generado posturas encontradas:
- Críticos: consideran que la liberación representa una oportunidad perdida para desarticular una estructura con potencial paramilitar. Argumentan que, aunque no hubiera armas de fuego reales, la organización del grupo y el uso de tácticas de entrenamiento reflejan un riesgo para la seguridad pública.
- Defensores: sostienen que los detenidos fueron víctimas de un operativo desproporcionado y que sus derechos fueron vulnerados. Señalan que la libertad religiosa ampara la existencia de grupos internos de protección, siempre que no se violen leyes penales.
En redes sociales, la noticia generó indignación y burlas hacia las instituciones mexicanas, reflejando la percepción de impunidad y la incapacidad del sistema de justicia para actuar con eficacia.
Implicaciones legales y de seguridad
El caso deja varios temas abiertos:
- Debido proceso. La resolución reafirma que cualquier detención sin orden judicial ni flagrancia es ilegal, incluso en contextos de seguridad delicada.
- Vínculo entre religión y seguridad. Pone en evidencia la dificultad de delimitar hasta dónde llega la libertad religiosa y dónde comienza la obligación del Estado de prevenir estructuras armadas ilegales.
- Desafíos para el Estado. La existencia de grupos como “Jahzer” muestra que, ante la violencia generalizada, comunidades religiosas buscan alternativas de autodefensa, lo que plantea un dilema para la seguridad nacional.
Conclusiones
La liberación de los 38 integrantes del grupo vinculado a La Luz del Mundo refleja el choque entre dos principios fundamentales: el respeto a los derechos humanos y la necesidad de garantizar la seguridad pública. Mientras el Poder Judicial defendió el debido proceso, amplios sectores de la sociedad ven en la resolución una muestra de la fragilidad del Estado frente a organizaciones con estructuras de autodefensa.
El caso abre la puerta a nuevas discusiones sobre la regulación de cuerpos internos de seguridad en asociaciones religiosas y la necesidad de que las instituciones fortalezcan sus capacidades para enfrentar los riesgos sin vulnerar los derechos fundamentales.
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