Un ajuste que prende alertas en el panorama económico
Banamex realizó un ajuste significativo en su proyección del crecimiento económico de México para 2025, reduciendo su estimación del 0.4% al 0.2%. Aunque la diferencia parece mínima en números, representa un cambio de tono que refleja preocupaciones más amplias: debilidad industrial, pérdida de impulso económico y señales de desaceleración en sectores clave.
Este recorte ocurre en un contexto global complejo, marcado por incertidumbre internacional, tensiones geopolíticas y riesgos persistentes en cadenas de suministro. Para México, la reducción del pronóstico es una llamada de atención sobre la fragilidad del crecimiento en los próximos meses y los retos estructurales que aún no se han resuelto.
La caída del tercer trimestre: el origen de la revisión
El detonante del ajuste fue el desempeño económico del tercer trimestre, que registró una contracción después de varios periodos de crecimiento moderado. La disminución, aunque no catastrófica, reveló que la industria —uno de los motores más importantes del país— muestra signos de agotamiento.
La manufactura, afectada por menores pedidos externos, y la construcción, presionada por una reducción en la inversión pública, contribuyeron a un entorno menos dinámico. Además, el Indicador Global de la Actividad Económica mostró debilidad en sectores que tradicionalmente amortiguan periodos de desaceleración, como los servicios profesionales y el comercio al por mayor.
La combinación de datos negativos llevó a Banamex a reconsiderar su expectativa general para 2025, señalando que la recuperación será más lenta de lo previsto.
Factores que explican la desaceleración
El ajuste en la previsión del PIB no responde a un solo factor, sino a una serie de elementos que interactúan entre sí:
1. Debilidad industrial sostenida
La demanda manufacturera de Estados Unidos —el principal socio comercial de México— ha mostrado señales de estancamiento, lo que se refleja en menores exportaciones y menos actividad en plantas de ensamble y producción.
2. Menor inversión pública
La transición política en México ha generado incertidumbre sobre la continuidad de proyectos estratégicos, afectando el dinamismo de obras de infraestructura y el flujo de recursos a estados y municipios.
3. Inflación persistente en sectores específicos
Aunque la inflación general ha mostrado desaceleración, algunos rubros como alimentos procesados, transporte y manufactura ligera continúan ejerciendo presión sobre los costos de producción, reduciendo márgenes empresariales y ralentizando la inversión privada.
4. Cautela en el consumo interno
El consumo, que en ocasiones compensa la falta de dinamismo industrial, ha perdido fuerza por el aumento en precios, tasas de interés aún elevadas y una percepción de incertidumbre entre hogares que aplazan compras relevantes.
Implicaciones para el crecimiento del país
El recorte a 0.2% implica que México enfrentará un 2025 prácticamente estancado. Esto tiene implicaciones importantes:
- Menor creación de empleo formal, especialmente en industria y servicios de alto valor.
- Presión sobre la recaudación fiscal, ya que la actividad económica limitada reduce la entrada de recursos públicos.
- Menor atractivo para la inversión extranjera, que puede optar por mercados con mayor impulso o certidumbre.
- Mayor riesgo en sectores vulnerables, como pequeñas y medianas empresas que dependen del consumo interno.
Además, el bajo crecimiento podría complicar la capacidad del gobierno para financiar programas sociales, infraestructura y proyectos destinados a fortalecer la competitividad del país.
¿Qué podría cambiar el panorama en 2026?
A pesar del recorte para 2025, Banamex mantiene una expectativa de recuperación moderada para 2026. Esta visión se basa en varios elementos:
- La estabilización de la inflación.
- Posibles reducciones en tasas de interés, lo que incentivaría consumo e inversión.
- La consolidación de proyectos de nearshoring, que podrían empezar a generar impactos más tangibles.
- Una mejora en la demanda internacional conforme se normalicen ciclos económicos.
Sin embargo, esta recuperación no está garantizada. Dependerá de decisiones en política económica, estabilidad interna, incentivos adecuados para la inversión y la capacidad del país para mejorar su infraestructura logística y energética.
Conclusiones
El ajuste de Banamex al pronóstico del PIB para 2025 no es un simple cambio estadístico: es un reflejo de un país que enfrenta múltiples retos al mismo tiempo. La debilidad industrial, la incertidumbre sobre la inversión, los efectos de la inflación y un entorno global desafiante presionan la economía y limitan las posibilidades de crecimiento.
Un crecimiento proyectado de 0.2% indica que 2025 será un año de cautela y ajustes. México necesitará políticas claras y estrategias de largo plazo para evitar que esta desaceleración se prolongue y para garantizar que la recuperación de 2026 sea una realidad y no solo una expectativa.
Referencias
- Informes económicos y revisiones de pronóstico realizadas por instituciones financieras en México.
- Reportes de actividad industrial, consumo e inversión durante el tercer trimestre de 2024-2025.
- Análisis macroeconómicos sobre expectativas de crecimiento e impacto de la inflación persistente.
Explora el universo de Abejorro Media: noticias, tecnología, espectáculos y mucho más. Mantente conectado con los contenidos que informan, entretienen e inspiran. Haz clic aquí para seguir nuestra programación,
y visita nuestra página de Abejorro Media para descubrir todas las secciones:
🗞️ Noticias | 🎭 Humor político | 🌟 Espectáculos | ⚽ Deportes | 💰 Finanzas | 💻 Tecnología



