Tech en terapia: Wall Street empieza diciembre llorando La jornada bursátil del primer día de diciembre marcó un inicio negativo para Wall Street, con los principales índices registrando pérdidas generalizadas impulsadas principalmente por un pronunciado retroceso en el sector tecnológico. Las acciones de empresas tecnológicas enfrentaron una presión vendedora sostenida, reflejando las dudas persistentes entre los inversionistas respecto a los elevados niveles de valoración que mantienen muchas compañías del sector. Diez minutos después de la apertura del mercado neoyorquino, el Promedio Industrial Dow Jones exhibía un descenso del 0.42%, situándose en 47,514 puntos. El índice S&P 500, de carácter más amplio, retrocedía un 0.6% hasta las 6,807 unidades, mientras que el Nasdaq Composite, con su mayor concentración de valores tecnológicos, registraba la caída más pronunciada al perder un 0.9% y ubicarse en 23,154 puntos. Dentro del universo tecnológico, empresas emblemáticas como Nvidia, AMD y Broadcom destacaron entre las más afectadas durante la apertura, con descensos del 0.15%, 1% y 3.4% respectivamente. Este comportamiento refleja una continuidad de los temores que han pesado sobre el sector durante semanas, específicamente el recelo de los inversores ante la posibilidad de una burbuja especulativa en torno a las acciones vinculadas a la inteligencia artificial. Estas preocupaciones ya habían ejercido presión significativa durante el mes de noviembre, mes en el que tanto el Nasdaq como el S&P 500 acumularon pérdidas mensuales del 0.9% y 0.4% respectivamente, interrumpiendo parcialmente la racha alcista que habían mantenido en trimestres anteriores. El mercado de criptomonedas acompañó la tendencia bajista general. Bitcoin, la criptomoneda de mayor capitalización y referencia del sector, experimentó una caída del 5.7%, situando su cotización por debajo de la barrera psicológica de los 86,000 dólares. Este movimiento refleja la aversión al riesgo que predominó en la sesión y la correlación que en ocasiones exhiben los activos digitales con los mercados de renta variable, particularmente en entornos de incertidumbre. En contraste con el comportamiento negativo de las acciones tecnológicas y las criptomonedas, el mercado de commodities mostró una dinámica diferente. Los contratos futuros del petróleo West Texas Intermediate (WTI) para entrega en enero registraron un avance del 1%, alcanzando los 59.16 dólares por barril. Este repunte respondió directamente al anuncio del cártel OPEP+ de mantener los recortes de producción de 2 millones de barriles diarios, originalmente decididos a finales de 2022, vigentes hasta el 31 de diciembre de 2026. Esta decisión de política productiva busca sostener los precios del crudo en un contexto de moderación en la demanda global. La sesión delineó así un escenario de diversificación de riesgos donde los inversores mostraron apetito por activos considerados refugio o vinculados a materias primas, mientras reducían su exposición a sectores de crecimiento como la tecnología, percibidos como sobrevalorados tras prolongadas rachas alcistas. La cautela prevaleciente sugiere que el mercado podría estar entrando en una fase de consolidación o corrección moderada, especialmente para las acciones que han liderado las ganancias durante el año, en un contexto donde las valoraciones elevadas generan nerviosismo ante cualquier señal de desaceleración económica o cambio en el sentimiento del inversor.
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