El béisbol venezolano vive uno de sus momentos más tensos fuera del diamante. Mientras el país celebra el histórico pase a la ronda de ganadores en el Premier12, varios miembros del equipo han dejado entrever una preocupación mayor: el Clásico Mundial de Béisbol 2026 podría ser el último para Venezuela.

No es una declaración ligera. Es un mensaje que combina frustración, política, deporte y una realidad incómoda: la estructura del béisbol profesional venezolano se sostiene cada vez más con parches.

Un equipo competitivo… con futuro incierto

Desde José Altuve hasta Ronald Acuña Jr., Venezuela posee uno de los lineups más explosivos del mundo. Pero los jugadores han hablado de un desgaste constante: falta de apoyo institucional, tensiones entre MLB y la federación, logística improvisada y decisiones politizadas que complican convocatorias y permisos.

En pláticas internas —reveladas por periodistas cercanos al equipo— algunos peloteros dijeron:

“No sabemos si habrá condiciones para 2029. Por eso queremos darlo todo ahora”.

No se trata de talento. Se trata de estructura, financiamiento y estabilidad.

El factor político: la sombra que siempre regresa

La relación entre MLB y las instituciones deportivas venezolanas ha estado marcada por restricciones, sanciones, permisos tardíos y problemas operativos. Esto afecta directamente la participación de jugadores de Grandes Ligas en selecciones nacionales.

Si 2026 marca un punto de ruptura, será porque:

• La federación sigue sin profesionalización clara.
• La situación económica del país limita cualquier logística internacional.
• Los organismos internacionales no ven certidumbre a largo plazo.
• La MLB prefiere evitar riesgos contractuales.

En otras palabras: no es el béisbol. Es todo lo que está alrededor.

La presión emocional dentro del equipo

El cuerpo técnico está consciente. El grupo también. Para muchos jugadores, este Clásico será una especie de “último baile”, un esfuerzo por competir como si no hubiera un mañana.

Fuentes internas señalan que varios de ellos se motivan con la idea de dejar un legado antes de que la puerta se cierre:
Un título histórico.
Una generación dorada que quiere marcar época.
La sensación de que el tiempo se agota para competir como bloque.

¿Realmente podría Venezuela quedarse sin Clásico?

Técnicamente sí. Aunque equipos como Cuba, Israel o República Dominicana también han enfrentado crisis internas, la continuidad depende de la federación y del respaldo internacional.

Si Venezuela no cumple requisitos de organización, financiamiento, infraestructura y negociación con MLB, podría perder su lugar temporalmente. No sería expulsión; sería ausencia.

Y eso es lo que más temen los jugadores: no poder representar a su país por razones ajenas al deporte.

Un mensaje que enciende alarmas… y mueve corazones

Mientras los peloteros venezolanos se preparan para enfrentar a las potencias del torneo, sus palabras resuenan más allá de la cancha. No es una amenaza. No es drama. Es un aviso de que la continuidad del béisbol venezolano en la élite depende de decisiones que deben tomarse ya.

Si este fuera su último Clásico, intentarán que sea memorable. Y si no, su grito colectivo ya dejó algo claro:
el béisbol venezolano merece estabilidad, respeto y futuro.

Referencias Estaláctica™

• MLB.com – Reglas y clasificación para el World Baseball Classic
• ESPN Beisbol – Declaraciones de jugadores venezolanos post-Premier12
• El Extrabase – Análisis del entorno político-deportivo en Venezuela
• The Athletic – Informe sobre restricciones MLB-Federaciones Latam
• WBC Official – Historial de participaciones de Venezuela

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