La batalla comercial: ¿gana México o perdemos todos?

La nueva ofensiva arancelaria del gobierno mexicano abre un frente delicado: proteger la industria nacional… a costa de encarecer insumos, tensar la relación con China y pegarle directo al bolsillo de las familias. La reforma a la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación ajusta aranceles sobre importaciones por 51,910 millones de dólares, alrededor del 8.3% del total nacional, enfocándose en bienes que provienen de países sin tratado de libre comercio, con China en el centro del mapa. La versión original contemplaba tasas de hasta 50%, pero tras la negociación en el Congreso quedaron, en la mayoría de los casos, entre 20% y 35%.Reuters+1

El discurso oficial es claro: se busca frenar prácticas desleales y fortalecer la producción interna. El del sector privado, en cambio, suena a alerta temprana: una política arancelaria generalizada, rápida y sin revisión sectorial fina puede frenar cadenas productivas, desalentar inversión y terminar convirtiéndose en un “muro arancelario” que lastime más de lo que protege.Expansión+1


Qué cambió con la reforma

La reforma aprobada reclasifica y encarece fracciones arancelarias ligadas a sectores clave: automotriz, eléctrico, electrónico, textil, plásticos, electrodomésticos y otros bienes manufactureros. En números gruesos:

  • Abarca importaciones por unos 52 mil millones de dólares, entre 8–9% del total nacional.El País+1
  • Los aranceles van de 5% a 50%, con la mayoría de productos concentrados entre 20% y 35%.Reuters
  • Más del 70% de las importaciones afectadas provienen de China, seguida a distancia por Corea del Sur, India y Tailandia.El País

Sobre el papel, la lógica es defensiva: encarecer productos asiáticos para darle aire a la industria mexicana y alinear la política comercial con la región de Norteamérica, justo antes de la revisión del T-MEC en 2026.El País+1


China en la mira… y lista para responder

Para Sergio Huerta Pantoni, de la Cámara de Comercio y Tecnología México–China, el golpe va directo a un punto neurálgico: China concentra cerca del 58% de los bienes que México importa sin tratado comercial. Eso significa que los nuevos aranceles no solo encarecen productos finales, sino también insumos eléctricos, electrónicos y componentes críticos que alimentan cadenas manufactureras enteras.

Su advertencia es doble:

  1. Riesgo productivo: menos acceso a insumos chinos implica
    • paros o retrasos en producción,
    • costos mayores para exportadores,
    • pérdida de competitividad frente a otros países que sí mantengan acceso fluido a esos componentes.
  2. Riesgo comercial: China ya dejó ver que analiza medidas espejo. Eso podría encarecer las exportaciones mexicanas a ese mercado y cerrar puertas justo cuando México intenta posicionarse como hub de manufactura avanzada.El País+1

Huerta Pantoni recuerda algo clave: México ya cuenta con instrumentos antidumping y compensatorios para responder a prácticas desleales. Una política arancelaria “a lo grande” no distingue sectores, no separa al que compite de forma injusta del que sí juega derecho, y casi garantiza una escalada de represalias.


Industrializar… dificultando el acceso a tecnología

El discurso oficial habla de impulsar semiconductores, electromovilidad y tecnología avanzada. Los empresarios, en cambio, subrayan la contradicción: estos sectores dependen de proveedores globales confiables, muchos de ellos chinos o asiáticos.Expansión+1

Huerta Pantoni sostiene que China no solo es proveedor, sino potencial socio industrial: hay interés en transferencia tecnológica e inversión directa en México, pero eso exige claridad regulatoria y reglas estables, no señales que se leen como discriminatorias. En un contexto donde otros países compiten por atraer plantas, líneas de producción y centros de diseño, la incertidumbre regulatoria puede inclinar la balanza en contra de México.


El sector privado reclama: “decidieron sin nosotros”

Para Octavio de la Torre, presidente de CONCANACO SERVYTUR, el problema no es solo lo que se decidió, sino cómo se decidió. Recuerda que el sector privado —que aporta cerca del 66% del PIB— no fue consultado cuando el Ejecutivo envió la iniciativa; el diálogo llegó tarde, ya en fase legislativa.Expansión+1

De la Torre describe ya señales de desgaste:

  • Más bodegas vacías en regiones clave, especialmente en la frontera norte.
  • Caída en empleo formal en segmentos ligados a manufactura y servicios de exportación.
  • Deterioro en modelos de maquila y transformación, que durante más de cuatro décadas han sido columna vertebral del comercio exterior mexicano.

Su diagnóstico: decisiones sin diagnóstico técnico profundo están apretando justamente donde la integración productiva era más fuerte.


Golpe silencioso al bolsillo: electrodomésticos, juguetes y básicos

Desde Antad y Coparmex, Joaquín Aguirre Ruiz pone el foco en un ángulo que siempre llega al mismo lado: el bolsillo de las familias.

Su argumento es sencillo:

  • Una política arancelaria funciona solo si se aplica a productos sin oferta nacional o donde la producción local no alcanza.
  • Cuando se sube el arancel a bienes en los que México no produce lo suficiente, el efecto es directo:
    • microondas, refrigeradores básicos, juguetes, ventiladores y otros productos cotidianos se encarecen,
    • sin que eso se traduzca, al menos en el corto plazo, en más fábricas mexicanas produciendo esos mismos bienes.Expansión

Más arancel no es igual a más industria si el terreno sigue lleno de obstáculos:

  • trámites regulatorios lentos,
  • falta de crédito para mipymes,
  • ausencia de incentivos fiscales,
  • nuevos costos y fricciones derivados de la legislación aduanera reciente.

Sin resolver esto, subir impuestos a la importación se parece más a ponerle un candado extra a la puerta que a construir un taller nuevo.


¿Ganar la guerra comercial… perdiendo competitividad?

En resumen, gobierno y empresarios coinciden en el diagnóstico general: México necesita una industria más fuerte, más sofisticada y mejor integrada a las cadenas globales. La diferencia está en el camino:

  • El gobierno apuesta por un muro arancelario para “filtrar” importaciones y privilegiar la producción local.
  • El sector privado insiste en que, sin un enfoque sectorial, técnico y gradual, el resultado puede ser:
    • menos inversión,
    • cadenas de suministro más tensas,
    • productos más caros para la población,
    • y una integración regional más frágil justo antes de la revisión del T-MEC.El País+1

La batalla comercial está en marcha. Falta ver si esta estrategia termina consolidando una industria más sólida… o si México termina descubriendo que, en esta guerra, no gana nadie y pierden todos.


Referencias

  • Reforma a la LIGIE y montos afectados por nuevos aranceles — Congreso de México / cobertura El País y Reuters.El País+1
  • “Aranceles a China frenan tecnología, golpean cadenas y presionan el bolsillo familiar” — Expansión.Expansión
  • “Aranceles de Sheinbaum a Asia serán menos ‘rudos’” — El Financiero.El Financiero
  • Declaraciones de Octavio de la Torre sobre cadenas productivas y aranceles — La Jornada / CONCANACO.

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