Intrusión sin Precedentes en la Privacidad Real
En un caso que sacude los cimientos de la prensa sensacionalista británica, el equipo legal de la realeza británica presentó impactantes alegaciones ante el Tribunal Superior de Londres el 21 de marzo de 2024. Se acusa a los periódicos de Rupert Murdoch de colocar micrófonos ocultos en los teléfonos del Príncipe Harry y de acceder a mensajes privados de su difunta madre, la Princesa Diana. Este espionaje abarca un período desde mediados de los años 90 hasta 2016, poniendo en la mira a dos de los más conocidos tabloides de Murdoch, The Sun y el ya desaparecido News of the World.
Las Revelaciones de la Corte
Harry, hijo menor del Rey Carlos y la Princesa Diana, junto a más de 40 individuos, lanzaron un desafío legal contra News Group Newspapers (NGN) por una serie de conductas ilegales por parte de periodistas e investigadores privados. Aunque en julio, algunas acusaciones fueron desestimadas por el Juez Timothy Fancourt debido a presentación tardía, el caso ahora ve una nueva luz con intentos de modificar la demanda para incluir acusaciones adicionales.
Espionaje Extendido a Meghan Markle
Entre las nuevas alegaciones, se encuentra la intrusión dirigida hacia Meghan Markle en 2016, cuando aún era novia del Príncipe Harry. Los documentos judiciales sugieren que The Sun empleó investigadores privados para espiar a Meghan, marcando un nivel de vigilancia que se extiende hasta las llamadas telefónicas privadas.
La Sombra Sobre la Princesa Diana
De manera aún más conmovedora, la demanda aborda el espionaje contra la Princesa Diana, quien habría sido objeto de una “estrecha vigilancia” con sus llamadas interceptadas ilegalmente, una práctica supuestamente conocida por editores y ejecutivos de alto nivel de NGN.
La Controversia Legal
NGN se opone firmemente a la inclusión de estas “nuevas acusaciones” en la demanda, argumentando que se presentaron demasiado tarde y carecen de evidencia sustancial. Además, señalan que algunas de las acusaciones de pirateo telefónico ya fueron previamente desestimadas.
Este caso no solo destaca las prácticas cuestionables de ciertos sectores de la prensa sensacionalista, sino que también subraya la persistente lucha de la realeza británica por proteger su privacidad contra intrusiones indebidas. A medida que el caso continúa desarrollándose, el mundo espera ver cómo se reconciliarán estas graves acusaciones con los derechos a la privacidad y la integridad personal.
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