El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha anunciado el despliegue de aproximadamente 1,500 soldados adicionales en servicio activo a la frontera con México, elevando el número total de efectivos a cerca de 3,600. Esta medida forma parte de las políticas migratorias implementadas por la administración del presidente Donald Trump, con el objetivo de reforzar la seguridad fronteriza y controlar el flujo de migrantes.

Las nuevas tropas provienen de una brigada logística del 18.º Cuerpo Aerotransportado, con base en Fort Liberty, Carolina del Norte. Sus funciones incluirán la instalación de barreras de alambre de púas, apoyo en transporte, labores de inteligencia y otras tareas en colaboración con la Patrulla Fronteriza. Este despliegue se suma a los 1,600 soldados ya presentes en la zona y a los 500 efectivos de la 10.ª División de Montaña que se movilizarán en los próximos días.

Además, alrededor de 500 marines han sido enviados a la Bahía de Guantánamo, en Cuba, para preparar la instalación ante la posible llegada de migrantes detenidos. Estas acciones se enmarcan en la acelerada implementación de las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Trump poco después de asumir el cargo el 20 de enero.

El despliegue de tropas en la frontera ha generado debate en Estados Unidos. Mientras algunos sectores apoyan la medida como una respuesta necesaria para fortalecer la seguridad nacional, otros critican la militarización de la frontera y expresan preocupaciones sobre el trato a los migrantes detenidos.

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