“México Canta por la Paz y contra las Adicciones”: una apuesta por la música consciente
El 7 de abril de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el lanzamiento del concurso binacional “México Canta por la Paz y contra las Adicciones”, una iniciativa que busca transformar el panorama musical del país al promover canciones con mensajes positivos, libres de apología de la violencia y el narcotráfico. Este certamen forma parte del Plan México, un ambicioso programa que pretende incentivar la creatividad y fortalecer la industria cultural como una herramienta de prevención social.
Dirigido a jóvenes de entre 18 y 34 años, tanto mexicanos como mexicoamericanos, el concurso se convierte en una plataforma para alzar la voz desde la música. La convocatoria estará abierta entre el 28 de abril y el 30 de mayo, y la gran final se llevará a cabo el 5 de octubre en el estado de Durango.
Una estrategia con doble propósito
Durante el anuncio oficial, Sheinbaum explicó que el certamen tiene dos objetivos fundamentales. El primero es fomentar la producción de música que contribuya a construir una cultura de paz y de respeto entre la juventud, combatiendo narrativas que normalizan el consumo de drogas o la violencia armada. El segundo, más estructural, es atraer parte de la industria musical estadounidense a territorio mexicano, con el fin de generar empleo y dinamizar la economía creativa.
Sheinbaum subrayó que el enfoque cultural de su gobierno no es decorativo, sino transformador. Según explicó, el arte, y en particular la música, puede convertirse en una poderosa herramienta de prevención del delito y reconstrucción del tejido social, especialmente en comunidades afectadas por el crimen organizado.
Características del certamen
El concurso contará con tres categorías musicales: regional mexicano, pop y hip hop/urbano. Los participantes deberán componer una canción original con un mensaje que promueva valores como la paz, la solidaridad, la esperanza y la prevención de adicciones. Los finalistas recibirán mentoría de profesionales de la industria musical, así como la oportunidad de grabar sus temas en estudios profesionales.
Además, el certamen contempla un acompañamiento formativo, con talleres de composición, derechos de autor, producción musical y distribución digital. De este modo, se busca no solo premiar el talento, sino también profesionalizarlo y dotarlo de herramientas para su permanencia en el medio.
Un sueño coral en las escuelas
Durante su intervención, Sheinbaum también reiteró su deseo de que todas las escuelas públicas de México cuenten con coros infantiles. “Mi sueño es que cada niña y cada niño tenga acceso a la música, al arte, al canto. No como lujo, sino como un derecho”, dijo. Esta propuesta forma parte de un proyecto más amplio que busca integrar la educación artística como eje transversal en la formación básica.
La presidenta agregó que ya se están desarrollando programas piloto en distintos estados para implementar esta visión, y que se está trabajando con las secretarías de Educación y Cultura para consolidar un modelo nacional de enseñanza artística.
Conclusión
El concurso “México Canta por la Paz y contra las Adicciones” representa una nueva estrategia del gobierno para abordar problemas estructurales a través del arte. En lugar de optar por campañas punitivas o restrictivas, esta iniciativa apuesta por el poder de la música como vehículo de transformación social. Si logra consolidarse como una plataforma seria y sostenida, podría convertirse en un parteaguas para una política cultural con impacto real en la vida de millones de jóvenes mexicanos.
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