Extracto: La inflación anual subió a 3.61% en la primera quincena de noviembre, superando el consenso del mercado y dejando a Banxico frente al reto de contener precios sin frenar más la economía.
Un repunte inesperado
La inflación en México sorprendió al alza durante la primera quincena de noviembre, alcanzando 3.61% anual. El incremento rompió con la tendencia de desaceleración registrada en las quincenas previas y puso en alerta a los analistas, quienes esperaban una cifra menor.
Este repunte implica que los precios están avanzando más rápido de lo anticipado, especialmente en componentes sensibles como mercancías y servicios, lo que presiona la estabilidad del costo de vida y complica la planeación económica hacia finales de 2025.
Inflación subyacente: la señal más preocupante
El componente subyacente —que excluye productos con precios volátiles como energéticos y alimentos frescos— se situó por encima del índice general.
Esto indica que las presiones inflacionarias no provienen solo de eventos aislados, sino de un avance sostenido en:
- Servicios como renta, restaurantes y transporte
- Mercancías no alimentarias
- Productos de cuidado personal y del hogar
Este comportamiento es especialmente delicado, ya que el Banco de México toma la inflación subyacente como uno de sus principales indicadores para evaluar si las presiones son estructurales o temporales.
La encrucijada del Banco de México
El aumento de la inflación coloca a Banxico en una situación compleja. Con la actividad económica aún frágil y señales de desaceleración en sectores clave, la expectativa era que el banco central pudiera continuar flexibilizando su postura monetaria.
Sin embargo, un alza inflacionaria como esta reduce:
- El margen para futuros recortes de tasa
- La posibilidad de acelerar el ciclo de relajación monetaria
- La confianza en que el proceso de desinflación está consolidado
Si las presiones persisten, Banxico podría incluso considerar pausar cualquier recorte programado o mantener la tasa de referencia en niveles restrictivos por más tiempo.
Factores detrás del aumento
El avance del índice general respondió a varios elementos:
1. Aumento en mercancías
Los precios de productos procesados y bienes duraderos se movieron al alza ante aumentos de costos, presiones logísticas y ajustes en insumos importados.
2. Servicios con mayor dinamismo
La demanda en sectores como restaurantes, transporte y vivienda continúa empujando tarifas hacia arriba, un fenómeno que no se moderó al ritmo esperado.
3. Componente no subyacente controlado, pero insuficiente
Aunque la inflación no subyacente —alimentos frescos y energéticos— tuvo un comportamiento más estable, su moderación no logró compensar la presión del componente subyacente.
Reacción del mercado y del tipo de cambio
El peso mexicano reaccionó con ligera volatilidad frente al dólar tras darse a conocer el dato. Si bien la moneda mantiene una posición relativamente fuerte por factores externos, el mercado interpretó la cifra como una señal de que la política monetaria seguirá siendo restrictiva.
Esta lectura provoca:
- Menor expectativa de recortes en el corto plazo
- Ajustes en posiciones cambiarias
- Proyecciones más conservadoras para diciembre y enero
Los inversionistas ahora analizan si el dato es un “rebote temporal” o el inicio de una nueva tendencia ascendente.
Efectos sobre los hogares y la economía
El repunte de la inflación afecta directamente el poder adquisitivo, especialmente en familias con ingresos bajos y medios.
La combinación de servicios más caros, bienes procesados en aumento y una política monetaria menos flexible puede traducirse en:
- Mayor presión sobre presupuestos familiares
- Reducción del consumo en bienes no esenciales
- Menor dinamismo en sectores que dependen del gasto doméstico
La preocupación central es que, si la economía no se acelera lo suficiente, un escenario de precios altos con crecimiento débil podría limitar la recuperación prevista para 2026.
¿Qué se espera para los próximos meses?
Los analistas consideran tres escenarios:
Escenario 1: Corrección rápida
Si el incremento fue puntual, la inflación podría retomar su trayectoria descendente en diciembre o enero.
Escenario 2: Meseta prolongada
Los precios podrían estabilizarse alrededor del 3.5%–3.7% por varias quincenas, retrasando los planes de Banxico.
Escenario 3: Nueva tendencia al alza
El más preocupante: un regreso a niveles cercanos al 4%, lo que obligaría al banco central a endurecer su postura monetaria.
El rumbo dependerá del comportamiento de servicios, precios internacionales de alimentos y energéticos, y la evolución de la demanda interna.
Conclusión
El aumento de la inflación a 3.61% en la primera quincena de noviembre llega en un momento decisivo para México. Con un banco central que busca equilibrio entre apoyar la economía y mantener la estabilidad de precios, el dato obliga a una mayor cautela.
La clave en los próximos meses será determinar si el repunte es temporal o si marca un ajuste en la tendencia inflacionaria. De ello dependerá el ritmo de la política monetaria, la fortaleza del peso y el costo de vida para millones de familias.
Referencias
- El Economista — Inflación en México sube a 3.61% en la primera quincena de noviembre.
- El Financiero — Inflación pisa el acelerador más de lo esperado.
- El Universal — Inflación en México hila dos quincenas a la baja antes del repunte.
- XTB — Análisis sobre panorama inflacionario y presión sobre Banxico.
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