La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha publicado un informe alarmante sobre la situación de derechos humanos en Venezuela, revelando que más de cien menores han sido detenidos y acusados de crímenes graves. Este reporte también documenta otras violaciones graves, como detenciones arbitrarias, tortura y la falta de acceso a abogados de confianza.

El informe, elaborado por la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, señala que estas detenciones forman parte de una estrategia más amplia del gobierno venezolano para reprimir la disidencia. Los menores detenidos han sido acusados de participar en actividades consideradas contrarias al régimen, y muchos de ellos han sido sometidos a malos tratos y torturas. Además, se ha denunciado que estas detenciones carecen de garantías procesales básicas, como el acceso a defensa legal adecuada.

El informe también subraya que las fuerzas de seguridad venezolanas, bajo órdenes de altos funcionarios del gobierno, han estado involucradas en la comisión de crímenes de lesa humanidad, incluyendo la tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. La ONU ha instado a la comunidad internacional a mantener la presión sobre Venezuela para asegurar que se haga justicia y se reparen las violaciones cometidas.

Esta situación refleja la continua crisis de derechos humanos en Venezuela, donde el uso del sistema de justicia para reprimir a la oposición y a los críticos del gobierno es una práctica común. Las organizaciones internacionales han pedido que se realicen investigaciones imparciales y que se protejan los derechos de las víctimas y sus familias.

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