Tragedias recientes en el estado dejan múltiples víctimas y despiertan críticas.
En Buenavista de los Hurtado, Guerrero, una reciente masacre ha dejado una estela de horror y dolor. Miembros del Centro de Derechos de Víctimas de Violencia “Minerva Bello” descubrieron cinco cráneos y varios cuerpos calcinados, un testimonio mudo de la violencia que azota la región. A pesar de la evidencia, la Fiscalía del Estado investiga solo cinco homicidios, revelando una desconexión entre la gravedad de los eventos y la respuesta oficial.
Este ataque se suma a otro suceso sangriento en Petatlán, donde un ataque armado en un palenque dejó cinco muertos y al menos 20 heridos. A diferencia del caso anterior, la Fiscalía General del Estado confirmó este ataque y desplegó agentes para investigar.
Mientras tanto, la precandidata de la Alianza Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, ha instado al gobierno a proporcionar información clara y precisa sobre estos ataques, enfatizando la necesidad de enfrentar y reconocer la influencia del crimen organizado en México. Sus comentarios resaltan una preocupación creciente sobre la seguridad y la transparencia gubernamental en el manejo de la violencia y el crimen.
Estos incidentes, lejos de ser aislados, destacan un problema más profundo en Guerrero y en México en general: una violencia que parece no tener fin y una respuesta gubernamental que a menudo parece insuficiente. Las comunidades afectadas, golpeadas por el miedo y la desesperanza, claman por justicia y seguridad, mientras que el país observa y se pregunta: ¿dónde está la paz prometida?
Para obtener más detalles y análisis sobre estas preocupantes tendencias de violencia en Guerrero y la respuesta del gobierno, sintoniza “El Daily Diario” con Ale Díaz de la Vega.