Cancelación del seguro y creación de aseguradora estatal no autorizada
La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, decidió no renovar la póliza del seguro catastrófico que durante años cubrió al estado ante desastres naturales. Al mismo tiempo, anunció la creación de una aseguradora estatal bajo control del propio gobierno, aunque esta no cuenta con autorización ni regulación por parte de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
Esta medida ha generado preocupación, ya que sin aval oficial la nueva entidad carece de respaldo financiero y legal para operar. Además, expertos advierten que un esquema de este tipo no podría responder a las exigencias técnicas de una aseguradora, lo que deja a Veracruz sin protección formal frente a emergencias naturales.
Declaraciones polémicas: “no es tema de dinero”
Durante una conferencia en medio de la emergencia por inundaciones, Nahle fue cuestionada por periodistas sobre la falta de seguro. Su respuesta —“no es tema de dinero”— generó indignación entre ciudadanos y autoridades locales. La gobernadora argumentó que la decisión no obedecía a recortes presupuestales, sino a la intención de que Veracruz administrara directamente su sistema de protección.
Sin embargo, su actitud durante las entrevistas fue duramente criticada. En videos difundidos en redes sociales se observa cómo interrumpe preguntas y muestra molestia ante los cuestionamientos. Para diversos analistas, este comportamiento refleja una falta de sensibilidad política ante la magnitud de la tragedia.
Contexto de urgencia: lluvias extremas e inundaciones en Veracruz
La polémica estalló en un momento crítico. En octubre de 2025, fuertes lluvias azotaron al estado de Veracruz, provocando desbordamientos de ríos, deslaves y pérdidas humanas. Municipios como Poza Rica y Tuxpan sufrieron graves afectaciones por el desbordamiento del río Cazones.
A nivel nacional, las tormentas dejaron más de 60 personas muertas y decenas de desaparecidos, siendo Veracruz una de las entidades más golpeadas. En este contexto, la ausencia del seguro catastrófico agravó la respuesta institucional. Los recursos federales tardaron en llegar y los municipios carecieron de fondos para atender los daños inmediatos.
La falta de cobertura también implica que las viviendas, cultivos y pequeñas empresas afectadas no recibirán compensaciones rápidas, lo que amplía el impacto económico del desastre.
Riesgos institucionales y legales
Operar sin un seguro catastrófico ni una aseguradora reconocida plantea varios riesgos:
- Imposibilidad de reacción inmediata: sin respaldo financiero externo, el estado depende de transferencias federales que suelen tardar semanas.
- Vulnerabilidad legal: si la aseguradora estatal no está regulada, sus contratos carecerían de validez jurídica.
- Desprotección social: las comunidades rurales y costeras quedan expuestas a pérdidas totales sin garantía de apoyo.
- Pérdida de credibilidad institucional: la ciudadanía puede percibir una gestión improvisada e ineficiente ante desastres.
Además, la creación de una aseguradora estatal sin autorización federal podría derivar en sanciones o investigaciones por parte de la Secretaría de Hacienda o la CNSF, lo que complicaría aún más la situación financiera del estado.
Implicaciones políticas
La controversia también tiene un trasfondo político. Nahle, figura clave dentro de Morena, enfrenta críticas tanto de la oposición como de sectores internos del partido. Su decisión de centralizar la gestión del riesgo sin apoyo técnico es vista como un intento de reafirmar control político sobre los recursos públicos, pero con consecuencias potencialmente desastrosas.
El gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha tomado un rol más activo en la coordinación de ayuda y atención a damnificados, lo que algunos interpretan como un intento de contener el desgaste político de Morena en Veracruz. La tensión entre ambos niveles de gobierno se ha hecho evidente en la distribución de apoyos y la comunicación pública durante la crisis.
Conclusión
La decisión de Rocío Nahle de prescindir del seguro catastrófico y apostar por una aseguradora estatal no autorizada deja a Veracruz en una situación de alta vulnerabilidad. En medio de una emergencia climática, la falta de previsión institucional ha revelado deficiencias estructurales en la gestión del riesgo y ha generado una crisis de confianza en la administración estatal.
Aunque la gobernadora insiste en que “no es tema de dinero”, los hechos muestran que la ausencia de un respaldo formal pone en peligro tanto la estabilidad financiera del estado como la seguridad de sus ciudadanos. El caso de Veracruz se convierte así en un símbolo de cómo las decisiones políticas pueden agravar las consecuencias humanas de un desastre natural.
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Referencias
- La Silla Rota. “Nahle confirma que su gobierno no renovó el seguro contra desastres en Veracruz.”
- Emeequis. “La risa catastrófica de Rocío Nahle.”
- Meganoticias. “No es un tema de dinero, responde Nahle sobre el seguro catastrófico.”
- El País. “Poza Rica reclama celeridad a la ayuda tras lluvias e inundaciones.”
- El País. “Los estragos por las fuertes lluvias en México dejan al menos 64 muertos y 65 desaparecidos.”