Red global usó diésel falso para financiar al CJNG

Investigación de Reuters destapa contrabando de diésel disfrazado de lubricante con empresas en México, Canadá y Houston

Una investigación internacional reveló una compleja operación de contrabando de combustibles que involucra al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El esquema, conocido como “huachicol fiscal”, consiste en importar diésel o productos derivados etiquetados falsamente como lubricantes para evadir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y venderlos en el mercado mexicano como combustible regular.

De acuerdo con la investigación, empresas en México, Canadá y Estados Unidos participaron en una red de contrabando que movilizaba grandes volúmenes de hidrocarburos sin pagar impuestos, aprovechando vacíos legales y complicidades institucionales. El modus operandi incluía el uso de buques cisterna, documentación falsa y compañías fachada.

Uno de los casos más ilustrativos fue el del buque Torm Agnes, que en marzo de 2025 ingresó al puerto de Ensenada con una carga de más de 120 000 barriles de diésel, declarado falsamente como lubricante. El puerto, que carece de instalaciones adecuadas para manejar hidrocarburos, fue utilizado para descargar el producto a camiones cisterna, que luego lo distribuyeron a distintas regiones del país. El monto de impuestos omitidos en una sola operación como esta podría superar los siete millones de dólares.

El modus operandi del contrabando

El esquema funcionaba mediante una cadena bien organizada. Una empresa con sede en Houston adquiría diésel canadiense y lo registraba como “lubricante industrial”. Luego, a través de intermediarios mexicanos, el combustible era transportado a puertos nacionales bajo esa clasificación arancelaria, eludiendo la vigilancia fiscal.

Una vez en México, el producto se descargaba de forma irregular y se trasladaba a través de camiones cisterna y ferrocarriles. Posteriormente, era vendido a gasolineras sin licencia o a industrias que necesitaban combustible más barato. En algunos casos, los compradores sabían del origen ilícito; en otros, las ventas se realizaban con facturas aparentemente legales emitidas por empresas fantasma.

Este tipo de operaciones no solo implica evasión de impuestos, sino también una amenaza directa a la seguridad energética del país. El contrabando de combustibles sin control de calidad pone en riesgo a consumidores y daña motores e infraestructura.

Implicaciones económicas y fiscales

El impacto económico del huachicol fiscal es enorme. Según estimaciones extraoficiales, México podría estar perdiendo hasta 4 000 millones de dólares anuales en impuestos por este tipo de prácticas. Esta cifra equivale a una parte significativa del presupuesto destinado a programas sociales o a inversión en infraestructura energética.

Además, las empresas legales del sector se ven afectadas. Compañías internacionales han denunciado competencia desleal, ya que el combustible contrabandeado se vende a precios mucho menores al del mercado formal. Algunas firmas, como Shell, se han retirado del negocio minorista en México alegando que las condiciones regulatorias y el contrabando hacen imposible competir de forma equitativa.

La dimensión criminal y la corrupción institucional

El involucramiento del CJNG en el negocio del contrabando de combustibles muestra una diversificación de actividades ilícitas más allá del narcotráfico. El cártel habría encontrado en el huachicol fiscal una fuente estable y de alto rendimiento económico, menos riesgosa que la producción y transporte de drogas.

El uso de puertos, empresas registradas legalmente y la aparente complicidad de funcionarios aduanales y agentes portuarios demuestran un grado de infiltración institucional alarmante. Ensenada, Manzanillo y Lázaro Cárdenas han sido señalados como puntos críticos de esta operación. La rapidez con que se autorizan las descargas, la falta de controles físicos y el uso de documentación alterada son evidencia de una red con protección a distintos niveles.

Respuesta del gobierno mexicano

La administración de Claudia Sheinbaum ha reconocido el problema y ha prometido reforzar la supervisión aduanera. Las autoridades han iniciado miles de investigaciones por contrabando y evasión fiscal relacionados con hidrocarburos. Se busca establecer un registro unificado de empresas importadoras, revisar las fracciones arancelarias y aplicar sanciones más severas tanto a los empresarios involucrados como a los funcionarios que faciliten el fraude.

En coordinación con Estados Unidos y Canadá, México ha comenzado a rastrear operaciones marítimas sospechosas y movimientos financieros vinculados al contrabando. La cooperación internacional es fundamental, ya que buena parte del combustible y de las empresas intermediarias operan fuera del país.

Riesgos y perspectivas

El desafío para México es múltiple: cerrar los huecos legales que permiten estas operaciones, fortalecer la vigilancia portuaria y fiscal, y desmantelar las redes criminales detrás del huachicol fiscal. Además, la lucha contra este tipo de contrabando requiere equilibrar medidas de seguridad con políticas energéticas que no afecten al sector productivo.

El caso también pone en evidencia la capacidad del CJNG para evolucionar hacia esquemas financieros más sofisticados. Su incursión en el contrabando marítimo de combustibles marca una nueva etapa en la economía del crimen organizado en el país.

Conclusión

La revelación de esta red de huachicol fiscal representa un golpe simbólico y operativo contra el CJNG, pero también un recordatorio de la vulnerabilidad del sistema aduanero y fiscal mexicano. El combate a este delito exigirá no solo acciones judiciales, sino una reestructuración profunda de los mecanismos de control y fiscalización.

Desmantelar este tipo de esquemas es clave para recuperar recursos públicos, restablecer la competencia leal en el sector energético y reducir las fuentes de financiamiento del crimen organizado. Sin embargo, mientras existan incentivos económicos, vacíos regulatorios y complicidad institucional, el huachicol fiscal seguirá siendo una amenaza latente para la estabilidad económica y la seguridad nacional.


Referencias

  • Reuters: “CJNG ha creado un imperio de huachicol fiscal con el contrabando en buques y apoyo de funcionarios.”
  • Noroeste: “CJNG creó imperio de huachicol fiscal con apoyo de funcionarios mexicanos.”
  • El Imparcial: “Cártel Jalisco Nueva Generación y empresas estadounidenses detrás de multimillonario contrabando de diésel en México.”

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