Salinas Pliego ironiza con AMLO y el SAT

Un espectáculo con mensaje político

El empresario Ricardo Salinas Pliego celebró su cumpleaños número 70 con un evento multitudinario en la Arena Ciudad de México que él mismo denominó “El Circo del Bienestar”. Bajo una estética carnavalesca y una puesta en escena satírica, el magnate combinó humor, crítica política y entretenimiento en un acto que rápidamente se volvió tendencia nacional.
Durante el espectáculo, se presentaron imitaciones de figuras del Gobierno Federal, entre ellas la presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente Andrés Manuel López Obrador, retratados como personajes caricaturescos que simbolizaban lo que el empresario ha descrito en múltiples ocasiones como “el exceso de populismo y la retórica del bienestar sin resultados”.

El evento, acompañado de música en vivo y coreografías alusivas a programas sociales, fue transmitido parcialmente en sus propias redes sociales y en canales de televisión de su conglomerado. En un momento del espectáculo, Salinas Pliego apareció en el escenario caracterizado como un “empresario incomprendido”, lanzando frases como “yo sí quiero pagar, pero díganme cuánto, porque ni eso saben”, en alusión directa a su conflicto con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

La disputa fiscal con el SAT

El empresario mantiene desde hace años una batalla legal con el SAT, que le reclama pagos pendientes que, según estimaciones oficiales, ascienden a más de 50 mil millones de pesos por impuestos no cubiertos de diversas empresas de su grupo, entre ellas TV Azteca y Elektra.
Salinas Pliego ha negado consistentemente deber tal cantidad y asegura que las autoridades fiscales han presentado cálculos “inflados, duplicados y arbitrarios”. En su discurso, acusó al Gobierno Federal de mantener una actitud de persecución política hacia empresarios que no se alinean con su visión económica.

La frase “quiero pagar, pero aclárenme cuánto” se viralizó en redes sociales y fue interpretada por sus seguidores como una muestra de irreverencia frente al poder. Sin embargo, para muchos analistas, la declaración expuso una estrategia deliberada de Salinas Pliego para posicionarse como una figura antisistema que busca atraer simpatías entre sectores inconformes con el actual modelo político.

Críticas y reacciones

La presidenta Sheinbaum calificó el espectáculo como un acto “de mal gusto y falta de respeto”, aunque aclaró que su gobierno no responde con censura ni persecución a expresiones de crítica. En contraste, simpatizantes del mandatario anterior consideraron que el evento evidenció “la desconexión de ciertos grupos empresariales con la realidad social del país”.
Por su parte, el SAT reiteró que las deudas fiscales del empresario están plenamente sustentadas en resoluciones judiciales y que los procesos de cobro continúan en curso. Las autoridades enfatizaron que no existe persecución política, sino la aplicación estricta de la ley a cualquier contribuyente, sin importar su poder económico o influencia mediática.

El espectáculo también generó controversia entre la opinión pública: algunos asistentes lo describieron como un acto de humor político inteligente, mientras que otros lo interpretaron como una provocación innecesaria en un contexto de tensión entre el gobierno y el sector empresarial.

Impacto mediático y lectura política

Más allá de la anécdota, el “Circo del Bienestar” se convirtió en una muestra de cómo la figura de Salinas Pliego ha evolucionado de empresario tradicional a actor mediático y político que usa el entretenimiento como plataforma de expresión ideológica. Su estilo desafiante y su presencia en redes sociales lo han convertido en una figura polarizante: para unos, un símbolo de libertad de expresión empresarial; para otros, un representante del privilegio que se resiste a rendir cuentas.

Analistas consideran que la puesta en escena fue también un intento de presionar al gobierno a negociar públicamente el monto de la deuda fiscal. Al convertir un tema legal en espectáculo, Salinas Pliego logró trasladar la discusión de los tribunales a la arena mediática, buscando obtener legitimidad ante la opinión pública.

Conclusión

El episodio reafirma la tensión persistente entre el poder económico y el poder político en México. Ricardo Salinas Pliego, con su mezcla de ironía, desafío y espectáculo, ha logrado colocarse nuevamente en el centro del debate nacional.
Mientras el SAT sostiene su posición de cobro y la presidencia busca mantener una relación institucional, el empresario demuestra que su influencia va más allá de los negocios: su dominio de la comunicación pública y su habilidad para moldear narrativas lo convierten en uno de los actores más impredecibles del panorama político y mediático actual.

Referencias
El Imparcial: “Ricardo Salinas Pliego se burla de Sheinbaum y AMLO durante su festejo de cumpleaños 70”.
Forbes México: “Salinas Pliego responde al SAT: ‘Quiero pagar, pero aclárenme cuánto debo’”.
El Financiero: “El SAT mantiene litigios millonarios contra TV Azteca y Elektra”.

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