La reciente extradición de 29 líderes del narcotráfico mexicano a Estados Unidos ha generado un intenso debate sobre las motivaciones detrás de esta decisión. Mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, atribuye la medida a la presión ejercida por su política arancelaria, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostiene que la acción responde a razones de seguridad nacional y no a complacencias hacia el mandatario estadounidense.
Contexto de las extradiciones
El 27 de febrero de 2025, el gobierno mexicano transfirió a Estados Unidos a 29 individuos acusados de delitos relacionados con el narcotráfico. Entre ellos destaca Rafael Caro Quintero, conocido como el “Narco de Narcos”, buscado por las autoridades estadounidenses durante más de cuatro décadas. Esta operación se llevó a cabo en medio de crecientes tensiones comerciales, ya que Trump había amenazado con imponer un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas si no se intensificaba la lucha contra el narcotráfico.
Declaraciones de Donald Trump
Durante un discurso ante el Congreso, Trump afirmó que su política de presión arancelaria había forzado a México a extraditar a los 29 líderes de cárteles, calificando esto como un logro sin precedentes. El mandatario declaró: “Los cárteles hacen guerra con Estados Unidos, y es hora de que Estados Unidos haga guerra con los cárteles”. Sus declaraciones han sido interpretadas como una forma de atribuirse el mérito de una decisión que, según el gobierno mexicano, obedeció a criterios propios de seguridad.
Además, Trump ha insinuado que, de ser reelegido, impondrá mayores restricciones comerciales a México si considera que la cooperación en materia de seguridad no es suficiente. Esta postura ha generado preocupación en sectores industriales de ambos países, especialmente en la industria automotriz y agroalimentaria, que dependen del comercio bilateral.
Respuesta de Claudia Sheinbaum
En respuesta, la presidenta Sheinbaum negó rotundamente que la extradición de los narcotraficantes fuera una concesión a Trump. Afirmó que la decisión se tomó para proteger a México y evitar la liberación de estos criminales por posibles fallos en el sistema judicial nacional. Sheinbaum enfatizó que la medida fue resultado de una estrategia de seguridad diseñada por el Consejo de Seguridad Nacional, sin influencia externa.
Sheinbaum también criticó la forma en que Trump ha manejado el tema, señalando que sus declaraciones generan tensiones innecesarias. “Nosotros no actuamos por presiones externas. Actuamos porque es lo mejor para México”, declaró en una conferencia de prensa. Además, destacó que la cooperación entre ambos países en materia de seguridad debe basarse en el respeto mutuo y no en amenazas económicas.
Impacto en la relación bilateral
Este episodio añade un nuevo capítulo a la compleja relación entre México y Estados Unidos. Si bien la cooperación en seguridad es un tema prioritario para ambas naciones, la narrativa de Trump ha complicado el diálogo. Analistas señalan que, de continuar este tono en las declaraciones del mandatario estadounidense, podrían surgir nuevos roces diplomáticos que afecten temas como migración, comercio y seguridad fronteriza.
El gobierno mexicano ha reiterado su disposición a trabajar con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, pero ha dejado claro que las decisiones en materia de seguridad nacional se toman de manera soberana. Con un panorama político incierto en ambos países, la relación bilateral sigue en un punto de equilibrio delicado.
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