El empresario mexicano Carlos Slim Helú ha expresado su desacuerdo con la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio. Slim argumenta que estas medidas no resolverán los problemas económicos de Estados Unidos y podrían generar efectos adversos tanto para la economía estadounidense como para la mexicana.
Críticas a los aranceles y sus posibles consecuencias
Durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México, Slim afirmó que los aranceles no son la solución adecuada para los desafíos económicos que enfrenta Estados Unidos. Señaló que estas medidas podrían provocar un aumento en la inflación, lo que a su vez elevaría las tasas de interés y dificultaría el crecimiento económico. “Los aranceles no funcionan, suben la inflación”, comentó Slim, enfatizando que este tipo de políticas pueden tener efectos contraproducentes.
Además, Slim destacó que Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones de acero y aluminio, especialmente de países como Canadá, México y Brasil. La imposición de aranceles podría encarecer los costos para los fabricantes y consumidores estadounidenses, afectando negativamente a diversas industrias y al consumidor final.
Propuestas alternativas para fortalecer la economía estadounidense
En lugar de recurrir a aranceles, Slim sugirió que Estados Unidos debería enfocarse en reducir gastos y fomentar la inversión para recuperar su liderazgo económico. Indicó que el país norteamericano invierte aproximadamente el 20% de su Producto Interno Bruto (PIB), una cifra inferior al 40% o 50% que invierte China. “Lo que quiere Estados Unidos es que China no le quite el liderazgo económico, y para lograr eso no va a ser con aranceles, va a ser gastando menos y encausando esos recursos a la inversión”, afirmó Slim.
El empresario también sugirió que el presidente Trump debería dialogar con las grandes empresas estadounidenses para incentivarlas a mantener su producción dentro del país, en lugar de depender de incentivos fiscales como la reducción de impuestos corporativos. Slim argumentó que decisiones empresariales como la ubicación de la producción se basan en múltiples factores, incluyendo costos de producción, logística y acceso a mercados, y no solo en tasas impositivas.
Impacto en México y la relación bilateral
Respecto al impacto de los aranceles en México, Slim minimizó las posibles afectaciones, señalando que muchas empresas mexicanas que exportan acero y aluminio a Estados Unidos también tienen plantas en territorio estadounidense, lo que podría mitigar el efecto de los aranceles. “No sé qué tanto vendamos de acero y las empresas que aquí venden acero tienen plantas en Estados Unidos. Entonces de acero no hay problema. Y aluminio no sé qué tanto vendamos aluminio porque yo creo que compramos aluminio”, manifestó.
Slim también elogió la labor de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien logró un aplazamiento de 30 días en la imposición de los aranceles tras negociaciones con el presidente Trump. Este aplazamiento brinda una oportunidad para que ambos países trabajen en soluciones que beneficien a sus economías sin recurrir a medidas proteccionistas que podrían perjudicar la relación bilateral.
Conclusiones
Las declaraciones de Carlos Slim subrayan la complejidad de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos y la necesidad de buscar soluciones que promuevan el crecimiento económico sin recurrir a medidas que puedan tener efectos adversos. Mientras Estados Unidos busca proteger su industria nacional, es esencial considerar las implicaciones más amplias de políticas como los aranceles y explorar alternativas que fomenten la inversión y la cooperación económica entre las naciones.
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