La captura de Zambada y Guzmán desata una ola de violencia
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, informó que al menos 10 homicidios recientes en la entidad están directamente relacionados con la captura de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, hijos del infame narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. Estos asesinatos ocurrieron entre el viernes y el sábado pasado, marcando una serie de violentos incidentes que, según el gobernador, están vinculados al crimen organizado.
Sin indicios de conflicto interno en el Cártel de Sinaloa
A pesar de la preocupante ola de violencia, Rocha Moya aseguró que no existen evidencias de un conflicto interno dentro del Cártel de Sinaloa, a pesar de la captura de estos dos importantes líderes. Durante una conferencia de prensa, el gobernador subrayó que, aunque la situación es delicada, no se ha identificado un enfrentamiento entre facciones del cártel, lo que sugiere que la violencia podría estar relacionada con ajustes de cuentas o represalias individuales más que con una guerra interna.
Reforzamiento de la seguridad en Sinaloa
Ante estos hechos, el gobierno estatal, en coordinación con las fuerzas armadas, ha desplegado un contingente adicional de 600 soldados en Culiacán, la capital del estado, para reforzar la seguridad y prevenir un posible escalamiento de la violencia. Este despliegue forma parte de una estrategia más amplia para mantener el control y asegurar la paz en la región tras las capturas.
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