Contexto de las críticas del Episcopado
El hallazgo de un centro de exterminio y entrenamiento del crimen organizado en Teuchitlán, Jalisco, ha desatado una ola de indignación en distintos sectores de la sociedad. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reaccionó con preocupación, señalando que, aunque las cifras oficiales presumen una reducción del 15% en homicidios dolosos, las desapariciones han aumentado en un 40%.
La Iglesia Católica acusó al gobierno de minimizar el problema y de no reflejar la realidad en sus cifras. Según los obispos, miles de familias siguen buscando a sus desaparecidos sin obtener respuestas claras ni avances significativos en las investigaciones. Además, cuestionaron la estrategia de seguridad del gobierno, afirmando que la violencia sigue presente en el país, aunque con distintos matices.
Respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum
En respuesta a estas declaraciones, la presidenta Claudia Sheinbaum defendió los datos oficiales y negó que su administración esté ocultando información. Afirmó que la CEM “no tiene la información correcta” y que su gobierno está comprometido con la transparencia en este tema.
Sheinbaum anunció que en un plazo de 15 días su administración presentará un informe detallado sobre las carpetas de investigación relacionadas con desapariciones en México. Destacó que la mayoría de los casos de desaparición reportados son esclarecidos en las primeras 72 horas y que las fiscalías estatales están reforzando sus esfuerzos en coordinación con la Federación.
Además, la presidenta subrayó la necesidad de abordar el problema desde sus raíces, atacando la desigualdad y mejorando las oportunidades para los jóvenes en riesgo de ser reclutados por el crimen organizado. También resaltó la importancia de fortalecer las capacidades de las fiscalías para procesar los casos con mayor rapidez y efectividad.
El debate sobre la estrategia de seguridad
El enfrentamiento verbal entre el gobierno y la Iglesia reabre el debate sobre la eficacia de la estrategia de seguridad implementada en los últimos años. Mientras que el gobierno sostiene que su política de “abrazos, no balazos” ha logrado disminuir ciertos índices de violencia, sectores críticos argumentan que la delincuencia sigue operando con impunidad en muchas regiones del país.
Expertos en seguridad han señalado que si bien la reducción de homicidios es un indicador positivo, el aumento en las desapariciones refleja un cambio en los patrones de violencia, más que una mejora real en la seguridad pública.
Conclusión
El choque entre la presidenta Sheinbaum y la Iglesia Católica pone sobre la mesa una discusión fundamental sobre el manejo de la seguridad y las desapariciones en México. A medida que avancen las investigaciones y se publiquen nuevos datos, quedará por verse si el gobierno puede respaldar su postura con resultados tangibles o si las críticas de la Iglesia y otros sectores de la sociedad continúan aumentando.
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