Situación actual de los incendios forestales en México
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) reportó que al 14 de abril de 2025 existen 114 incendios forestales activos en 23 estados del país, con una afectación total de más de 38,000 hectáreas. Las entidades más golpeadas por estos siniestros son Chihuahua, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Morelos.
En este último estado, particularmente en el municipio de Tepoztlán, se registraron diez incendios simultáneos, de los cuales cuatro se concentraron en esa localidad. De estos, dos ya han sido completamente controlados, mientras que los restantes continúan bajo monitoreo y combate activo por las autoridades locales y federales.
El incremento en la cantidad de incendios ha provocado la activación de protocolos especiales y el despliegue urgente de brigadas forestales a zonas de difícil acceso, en un intento por mitigar los daños y evitar su expansión hacia comunidades habitadas.
Recursos desplegados para enfrentar la emergencia
Para hacer frente a esta crisis, se han movilizado 3,968 elementos pertenecientes a distintas instituciones como la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, así como brigadas estatales, municipales y grupos de voluntarios.
También se ha hecho uso de ocho aeronaves que participan activamente en las labores de reconocimiento, transporte de personal y lanzamiento de agua en puntos críticos. El uso de helicópteros ha sido clave en zonas montañosas donde los accesos terrestres son limitados o inexistentes.
Las autoridades han reiterado la necesidad de mantener la coordinación interinstitucional para hacer frente a esta temporada crítica, que se ha agravado por las condiciones climáticas extremas.
Sequía: un factor agravante
La propagación y persistencia de los incendios forestales está estrechamente vinculada con la intensa sequía que afecta a gran parte del territorio nacional. Hasta el 31 de marzo, más del 42% de México presentaba condiciones de sequía, desde moderada hasta extrema, principalmente en las regiones norte y noroeste del país.
Estas condiciones han generado vegetación altamente inflamable, convirtiendo vastas áreas en focos latentes de incendios. La ausencia de lluvias, junto con las elevadas temperaturas y los fuertes vientos, han dificultado el control de los siniestros y aumentado el riesgo para poblaciones cercanas.
Prevención y recomendaciones a la población
Ante la gravedad del panorama, Protección Civil ha emitido recomendaciones a la población para evitar nuevos incendios y contribuir a su control:
- Evitar cualquier tipo de quema en zonas forestales o de pastizales.
- No encender fogatas, tirar colillas o realizar actividades que generen chispas cerca de vegetación seca.
- Reportar de inmediato cualquier señal de humo o fuego al 911 o a las autoridades locales.
- Seguir las instrucciones de evacuación o resguardo emitidas por brigadas de emergencia.
- Participar en programas de prevención y educación ambiental en sus comunidades.
Estas acciones son esenciales para reducir el impacto de los incendios, proteger vidas humanas y preservar los ecosistemas afectados.
Conclusión
México enfrenta una temporada crítica de incendios forestales, exacerbada por la sequía y el cambio climático. La magnitud de los daños, tanto ambientales como humanos, exige una respuesta coordinada entre instituciones y ciudadanía.
Además del combate directo al fuego, se requiere una estrategia integral de prevención, restauración de suelos y educación ambiental que permita reducir la recurrencia y severidad de estos eventos en el futuro. La protección de los bosques es, al mismo tiempo, una defensa del bienestar social, la biodiversidad y la seguridad nacional.
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