Objetivo y contexto de la reforma
El gobierno federal, a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), lanzó en junio una serie de foros regionales para debatir el proyecto de reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. Esta reforma, anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado Primero de Mayo, se propone implementarse de manera gradual para hacer efectiva la medida hacia enero de 2030. El objetivo principal es mejorar el bienestar de los trabajadores, garantizar salud mental y física y realzar la productividad mediante tiempos de descanso equilibrados.
Desarrollo de los foros regionales
Se estableció un cronograma que comprende seis foros en diferentes ciudades del país: Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Querétaro y Cancún, del 19 de junio al 7 de julio. Cada foro integra la participación del gobierno, sector empresarial, sindicatos, academia y organismos internacionales, bajo la coordinación de la STPS. Temáticas centrales incluyen esquemas de transición temporal, esquemas progresivos de implementación, compensación salarial para jornadas reducidas y posibles incentivos económicos y fiscales para empresas que adopten la reforma de manera temprana.
Posiciones de los actores principales
Sindicato y trabajadores
Representantes sindicales, como la CTM y el SME, apoyan una reducción paulatina pero acelerada, proponiendo alcanzar las 40 horas en dos años. Las razones contemplan evitar impactos en el empleo y cuidar la salud de los trabajadores. Proponen un plan escalonado con una comisión técnica para monitorear avances, establecer pagos salariales completos y una prima sabatina.
Organismo empresarial
Los empleadores defienden una implementación gradual que podría extenderse hasta 2030. Insisten en aplicar flexibilidad sectorial y excepcional para mipymes, respaldados por propuestas que incluyen incentivos fiscales, subsidios y diferimiento de costos durante la transición.
Gobierno federal
La STPS y el secretario Marath Bolaños destacan que la reducción es compatible con productividad, resguardando el equilibrio económico sin sacrificar calidad de vida laboral. Instituciones internacionales como la OIT y la CEPAL participan ofreciendo evidencia internacional sobre beneficios sociales y productivos derivados de jornadas laborales más cortas.
Desafíos clave y puntos críticos
- Diferenciación por sector y tamaño empresarial
La reforma contempla ajustes específicos según el tipo de empresa y sector económico, para evitar efectos adversos en micro y pequeñas empresas. - Resguardo salarial
Un aspecto clave es garantizar que la reducción de horas no implique recortes salariales. Se propone mantener salario íntegro e incluso una prima por trabajo sabatino. - Transparencia y monitoreo
Se plantea la creación de observatorios sociales, así como otorgar seguimiento sistemático con participación de sindicatos, empleadores y academia, para evaluar impacto en salud laboral y productividad. - Marco legislativo y constitucional
La propuesta incluye reformas a la Ley Federal del Trabajo —y potencialmente a la Constitución— para consolidar el derecho a dos días de descanso por cada cinco jornadas laborales.
Perspectivas y próximos pasos
Los foros permitirán enriquecer el diseño de la reforma laboral, de cara a su tránsito por el Congreso. Se espera que, tras el cierre del ciclo de foros el 7 de julio, el Ejecutivo presente una iniciativa legislativa mejorada, con respaldo técnico, económico y social.
A mediano plazo, el reto será lograr un consenso amplio que tome en cuenta necesidades sectoriales sin retrasar una reforma cuya efectividad ya ha sido probada en otros países. El éxito de la propuesta dependerá de su capacidad para equilibrar derechos laborales, salud, productividad y viabilidad económica.
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