El Govern de Catalunya anunció la creación del fondo Catalunya Lidera, un
programa de inversión pública por 285 millones de euros destinado a
impulsar la transferencia de la ciencia y la tecnología al mercado. La
iniciativa, gestionada por el Institut Català de Finances (ICF), busca
fortalecer el ecosistema de innovación y consolidar a la región como motor
económico y tecnológico de España.
La medida fue presentada por la consellera de Economía y Finanzas, Alícia
Romero, quien destacó que esta inversión forma parte del plan estratégico
Catalunya Lidera, promovido por el president Salvador Illa, con el objetivo
de transformar el conocimiento científico en crecimiento empresarial.
El fondo se estructura como un “fondo paraguas” de capital riesgo dividido
en cuatro paquetes que abarcan distintos sectores y etapas de desarrollo
empresarial. Con esta nueva inyección, el ICF eleva a 645 millones de euros
el total de recursos destinados a capital riesgo, sumando los 360 millones ya
operativos.
Cuatro líneas de apoyo para la innovación
El primer paquete, denominado Lidera Transferència en Salut, cuenta con
60 millones de euros y se enfoca en proyectos de investigación en salud y
ciencias de la vida surgidos en universidades o centros científicos que
requieran apoyo para desarrollar o escalar su tecnología.
El segundo fondo, Lidera Tecnologies Avançades, sustituye al anterior FITA
(Fons d’Inversió en Tecnologia Avançada). Con una dotación de 55 millones
de euros —aportados por la Generalitat, el Fondo Europeo de Inversiones y
capital privado— busca fortalecer la transferencia tecnológica y proteger
las innovaciones mediante patentes.
El tercer componente, Lidera Conversió Impacte i Innovació, se desarrollará
en colaboración con el Ajuntament de Barcelona y dispondrá de 70 millones
de euros. Este fondo se centrará en el impulso de proyectos deeptech y en
la promoción de la economía circular.
Apoyo a empresas en expansión
El cuarto y mayor paquete, Lidera Grandes Empresas, destinará 100 millones
de euros para apoyar a compañías maduras y de alta facturación que
necesiten escalar sus operaciones. El objetivo es evitar la fuga de startups
catalanas al extranjero y consolidar grandes tecnológicas locales con
arraigo en la región.
Según el ICF, este esquema responde a una necesidad urgente del
ecosistema emprendedor catalán: facilitar el acceso a capital para
empresas que ya superaron las etapas iniciales, pero requieren inversiones
mayores para competir en mercados globales.
Con esta medida, Catalunya refuerza su compromiso con la innovación, la
creación de empleo de alta cualificación y la sostenibilidad económica a
través de la ciencia y la tecnología.