El gobierno federal de México ha reportado el hallazgo de restos humanos en la mina Pasta de Conchos, donde 65 trabajadores perdieron la vida en una explosión hace 18 años. Esta trágica explosión ocurrió en 2006 debido a la acumulación de gas metano en la mina operada por Grupo México. A pesar de los informes de seguridad alarmantes previos al desastre, las medidas adecuadas no se tomaron, lo que llevó a condiciones inseguras en el sitio.

Desde entonces, el rescate de los cuerpos ha sido un proceso largo y complejo, enfrentando múltiples desafíos debido a las condiciones del terreno y los riesgos asociados, como la posible emisión de gas metano. A principios de 2022, se reiniciaron los esfuerzos de recuperación bajo la dirección de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con una inversión significativa destinada a construir rampas de acceso y túneles para facilitar las operaciones de rescate. Estos esfuerzos están programados para continuar hasta agosto de 2024, según la CFE.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha mostrado un compromiso continuo para resolver este caso, tratando de reparar el daño y proporcionar algún cierre a las familias de las víctimas. Los familiares de los mineros han sido informados regularmente sobre el progreso y los planes futuros durante las reuniones organizadas por la CFE​

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