FBI desmantela red de apuestas ligadas a la NBA

Descubrimiento del operativo

Una profunda investigación federal reveló una compleja trama de apuestas deportivas ilegales y juegos de póquer amañados que vinculaba a figuras de la NBA con redes del crimen organizado. El 23 de octubre de 2025 el FBI, junto con otras agencias, realizó una serie de detenciones en distintas jurisdicciones de Estados Unidos: más de 30 personas fueron detenidas en 11 estados. Entre los acusados figuran el entrenador del equipo Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, y un jugador del Miami Heat, Terry Rozier.
Las acusaciones apuntan a dos esquemas principales: uno dedicado a las apuestas deportivas “prop” (en rendimiento individual) en la NBA, y otro a partidas de póquer clandestinas manipuladas con tecnología de alta sofisticación. El director del FBI describió los hechos como tan graves que se asemejan al “insider trading” del deporte.

Modo de operación y alcance

Según los documentos judiciales, en el caso de apuestas deportivas, se utilizó información privilegiada sobre jugadores —lesiones, estado físico, tácticas internas— para realizar apuestas que desequilibraban el mercado. En un incidente citado, Terry Rozier está acusado de fingir una lesión en un partido de 2023 para beneficiar una apuesta.
Por otro lado, Chauncey Billups figura en la acusación de dirigir un grupo que organizó partidas de póquer de alto riesgo en localizaciones como Las Vegas, Miami, Manhattan y los Hamptons. Allí, mediante dispositivos escondidos —como cámaras, sensores y equipos de marcado de cartas— se facilitaba la ventaja a ciertos jugadores y al crimen organizado asociado. Se estima que las pérdidas de las víctimas superan los 7 millones de dólares.
Dentro de la investigación aparecen cuatro de las cinco familias mafiosas más poderosas de Nueva York: Bonanno, Gambino, Lucchese y Genovese. Su implicación marca un nuevo nivel de coordinación entre el deporte profesional y redes criminales.

Impacto en la NBA y en el mercado de apuestas

El suceso estremece a la NBA, que en los últimos años ha abierto sus puertas a las apuestas deportivas legalizadas y a la monetización de las mismas. La intervención del FBI crea un problema de credibilidad: si entrenadores y jugadores acceden a información confidencial o manipulan partidas, la integridad del deporte queda seriamente comprometida.
Los operadores de apuestas legales, así como los reguladores, han expresado su alarma ante la facilidad con que se pueden filtrar datos sensibles y la magnitud de fraude que puede escapar al control convencional. Expertos señalan que este tipo de escándalos podrían provocar una revisión del marco regulatorio en 38 estados donde las apuestas deportivas son legales, e incluso afectar los contratos de patrocinio y la imagen del deporte profesional.

Reacción de las partes involucradas

La NBA informó que tanto Billups como Rozier han sido retirados temporalmente de sus funciones y que colaborarán con las autoridades. La liga afirmo que investigará internamente los hechos. Por su parte, los acusados han declarado su inocencia; Rozier, mediante su abogado, calificó la operación como un intento de la fiscalía de “buscar protagonismo” mediante un arresto público.
Las autoridades federales, durante la conferencia, insistieron en que esta operación no es aislada, sino una señal de que la expansión del negocio de apuestas sin control adecuado facilita la entrada de organizaciones criminales tradicionales en ambientes deportivos modernos.

Implicaciones para el sistema de apuestas y el deporte profesional

Este caso plantea varias implicaciones de amplio alcance:

  • Vulnerabilidad de las apuestas prop y de rendimiento individual: al centrarse en elementos internos del juego (estado físico, alineación, información de entrenamiento), se generan oportunidades para el fraude que los sistemas más tradicionales no prevén.
  • Necesidad de mayor supervisión y transparencia: tanto las ligas deportivas como las casas de apuestas deben reforzar sus mecanismos de detección de apuestas atípicas y coordinar con autoridades para evitar colusión entre jugadores/entrenadores y apostadores.
  • Riesgos reputacionales y financieros para los clubes: la filtración del escándalo puede derivar en sanciones, pérdidas de patrocinio, reducción de audiencias y litigios civiles.
  • Intersección entre crimen organizado y deporte moderno: la implicación de la mafia tradicional muestra que los modelos de negocio emergentes (como las apuestas online) pueden ser blanco privilegiado para redes delictivas con gran experiencia en lavado de dinero, extorsión y manipulación de resultados.

Conclusión

La operación del FBI que desmanteló esta red de apuestas ilegales vinculadas a la NBA representa un punto de inflexión en la seguridad del deporte profesional. Si bien el negocio de las apuestas deportivas ha crecido vertiginosamente, este crecimiento trae consigo nuevos desafíos en materia de integridad, transparencia y gobernanza.
Para que el deporte recupere confianza —entre aficionados, entidades deportivas y sectores regulados— será indispensable que los mecanismos de control evolucionen al mismo ritmo que el negocio de las apuestas. El escándalo actual sirve como advertencia de que, sin vigilancia adecuada, los peligros no solo provienen de jugadores o entrenadores individuales, sino de redes criminales bien organizadas que buscan explotar las fisuras del sistema.

Referencias

– Associated Press. “NBA head coach and player charged in sprawling sports betting and Mafia-backed poker schemes.”
– El País. “Las apuestas ilegales golpean el corazón de la NBA: 34 detenidos, entre ellos el entrenador de Portland y el base de los Miami Heat.”

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