Un homenaje con tintes políticos

El funeral del expresidente peruano Alberto Fujimori, fallecido el 11 de septiembre de 2024, se convirtió en un acto político durante la misa de cuerpo presente celebrada en el Gran Teatro Nacional de Lima. Miles de simpatizantes y militantes se reunieron para despedir al exmandatario, mientras sus hijos, Keiko y Kenji Fujimori, tomaron el estrado y transformaron el homenaje en un mitin con claras connotaciones políticas.

Keiko Fujimori, heredera política

Keiko Fujimori, quien fue tres veces candidata presidencial y figura clave del fujimorismo, aprovechó la oportunidad para defender el legado de su padre. Durante su intervención, los asistentes coreaban “presidenta” en señal de apoyo a su posible candidatura, mientras ella afirmaba que Fujimori había “curado” al Perú de sus “enfermedades terminales”, refiriéndose al terrorismo y la hiperinflación. Keiko también agradeció a Pedro Pablo Kuczynski por el indulto que permitió la liberación de su padre en 2017, evitando mencionar a las víctimas de los crímenes por los cuales Alberto Fujimori fue condenado.

Kenji Fujimori y la unidad familiar

Kenji Fujimori, por su parte, también subió al estrado entre lágrimas, agradeciendo igualmente a Kuczynski y asegurando que su padre “nunca morirá”, en referencia al impacto de su legado. Además, llamó a la unidad familiar, destacando que él y Keiko, quienes habían tenido diferencias políticas en el pasado, estarían ahora “unidos para siempre”.

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