En 2024, México registró un aumento del 6.5% en homicidios de menores de edad en comparación con el año anterior, alcanzando un total de más de 2,200 casos. Según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), estas cifras reflejan un contexto preocupante donde los menores están expuestos a altos niveles de violencia, particularmente en regiones afectadas por el crimen organizado.

Además de los homicidios, se reportaron 73 feminicidios de niñas y adolescentes durante el año, superando los 68 casos registrados en 2023. La desaparición de menores también es un tema alarmante, con 9,868 reportes durante 2024, de los cuales 2,751 menores permanecen sin localizar. Desde 1964, más de 110,000 menores han sido reportados como desaparecidos, de los cuales 16,813 siguen en esa condición.

REDIM ha señalado que la violencia contra menores afecta de manera desproporcionada a niñas, adolescentes y comunidades marginadas. También han alertado sobre el riesgo de reclutamiento de niños por parte del crimen organizado, una práctica que, aunque difícil de cuantificar, afecta a decenas de miles de menores en todo el país.

Este panorama subraya la urgencia de que las autoridades mexicanas fortalezcan las políticas públicas para garantizar la protección de los derechos de los menores y erradicar las condiciones que perpetúan la violencia en su contra.

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