El huracán Helene, uno de los fenómenos meteorológicos más devastadores de 2024, tocó tierra el 26 de septiembre como un huracán de categoría 4, causando estragos en Florida, Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. Hasta el momento, se reportan más de 90 fallecidos, con la mayor parte de las víctimas concentradas en Carolina del Norte, que enfrenta deslizamientos de tierra y severas inundaciones. Otros estados como Georgia, Tennessee y Virginia también sufrieron graves consecuencias.

El huracán impactó con vientos de hasta 225 km/h, inundando comunidades enteras y dejando a millones de personas sin electricidad. Carolina del Norte ha sido una de las zonas más afectadas, con comunidades como Asheville sumergidas bajo el agua. Las labores de rescate continúan, pero el acceso a algunas áreas sigue siendo difícil debido a la destrucción de carreteras y los escombros que bloquean el paso. Equipos de emergencia han sido desplegados para ayudar a los miles de residentes afectados.

Además de las muertes, se estima que 2.4 millones de personas siguen sin energía eléctrica, y muchos permanecen en refugios. Los daños materiales se cuentan en miles de millones de dólares, y las autoridades han declarado varias áreas como zonas de desastre para agilizar la llegada de ayuda.

Este desastre natural ha sido comparado con algunos de los huracanes más mortíferos en la historia moderna de Estados Unidos, y la recuperación tomará semanas, si no meses.

Amplía tu visión global con análisis de las noticias internacionales. A las 10 am, sintoniza con Ale Díaz de la Vega en El Daily Diario y entérate de cómo los eventos mundiales afectan nuestras vidas. Haz clic aquí para saber más.