El huracán “John” azotó el estado de Guerrero a finales de septiembre de 2024, dejando a su paso devastación en varias regiones, especialmente en la Costa Chica y la Montaña. Al menos 50 casas quedaron bajo el agua en diversas comunidades, y las intensas lluvias provocaron graves deslaves que han dejado a muchas familias atrapadas y aisladas en sus comunidades. Se estima que más de 700 viviendas resultaron dañadas, con 150 viviendas colapsadas completamente, además de cortes de electricidad en 14 municipios.
Las familias damnificadas en Guerrero han denunciado la falta de ayuda inmediata, pidiendo víveres, maquinaria para despejar caminos y medicamentos, ya que las carreteras están bloqueadas por los deslaves. Los municipios de Marquelia, Copala, San Marcos y Ayutla de los Libres se encuentran entre los más afectados. A pesar de los esfuerzos de las autoridades estatales para desplegar ayuda, la magnitud del desastre ha dificultado la llegada oportuna de los recursos.
Hasta el momento, el huracán ha cobrado la vida de al menos cuatro personas en diferentes municipios de Guerrero, destacando la necesidad urgente de mayor apoyo gubernamental y recursos para atender a las familias afectadas.
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