Extracto
La iniciativa de Morena busca regular la actividad de influencers y creadores de contenido digital en la Ciudad de México, obligando a transparentar publicidad, limitar retos peligrosos, declarar el uso de IA y proteger a menores, con multas de hasta 1.1 millones de pesos.
La propuesta legislativa
En noviembre de 2025, la diputada local por Morena, Leonor Otegui, presentó ante el Congreso de la Ciudad de México la iniciativa denominada “Ley General para Regular los Servicios de Contenido de las Plataformas Digitales”.
El proyecto busca establecer un marco regulatorio específico para influencers, creadores de contenido digital, agencias de publicidad, plataformas y servicios de streaming, con especial énfasis en el impacto que tienen sobre niñas, niños y adolescentes.
Entre los puntos centrales de la iniciativa se encuentran:
- La obligación de que los creadores de contenido identifiquen de forma clara cuando un mensaje es publicidad o contenido patrocinado.
- La prohibición de que menores de edad participen como influencers o generadores de contenido sin autorización expresa de padres o tutores.
- La regulación del uso de inteligencia artificial: cuando se empleen voces, imágenes o personajes generados por IA para promocionar productos, deberá especificarse que se trata de contenido sintético.
- Un esquema de sanciones que va desde amonestaciones públicas hasta multas que pueden alcanzar 1.1 millones de pesos, además de la posibilidad de suspender cuentas o canales reincidentes.
- La propuesta de crear una “Plataforma Nacional de Seguimiento del Contenido de Influencers”, donde las y los usuarios puedan presentar quejas por campañas de desinformación, contenido discriminatorio o retos peligrosos.
Según la diputada, el objetivo no es censurar ni acallar voces digitales, sino dotar al ecosistema de “un marco normativo moderno y progresista” que proteja derechos y ofrezca mayor transparencia en el entorno digital.
Contexto y motivaciones
En los últimos años, el entorno digital en México ha crecido de forma acelerada: el número de usuarios de internet, el consumo de redes sociales y la presencia de influencers se han disparado. Junto con esta expansión, también se han multiplicado los casos de publicidad encubierta, desinformación y retos virales que ponen en riesgo la integridad de las personas.
La propia diputada ha señalado que muchos consumidores toman decisiones de compra basados en la recomendación de influencers, sin tener claro si se trata de una opinión personal o de un acuerdo comercial. En algunos casos, las expectativas generadas por esos contenidos no corresponden con la realidad del producto o servicio.
Además, la iniciativa llega en un momento en el que la protección de menores en internet es un tema central: existen preocupaciones sobre su exposición a contenidos violentos, sexualizados, discriminatorios o que los incentiven a participar en retos físicos peligrosos. También hay inquietud por el uso de su imagen con fines comerciales sin reglas claras.
A esto se suma la irrupción de la inteligencia artificial generativa, que facilita la creación de deepfakes o testimonios manipulados que pueden usarse en campañas de marketing sin que el público distinga con facilidad qué es real y qué no.
Ejes clave de la iniciativa
1. Transparencia publicitaria
Uno de los pilares del proyecto es la transparencia. La iniciativa plantea que cualquier contenido por el que exista una contraprestación económica, en especie o en beneficios indirectos, debe ser identificado claramente como publicidad o contenido patrocinado.
Esto incluye reseñas de productos, menciones en videos, historias, publicaciones en texto, transmisiones en vivo y cualquier otro formato que pueda influir en la decisión de compra de los usuarios. Los influencers estarían obligados a utilizar etiquetas o leyendas visibles que adviertan que se trata de publicidad, así como a conservar información que respalde las afirmaciones realizadas.
2. Protección de menores
Otra línea central es la protección de niñas, niños y adolescentes. La iniciativa busca limitar su participación como generadores de contenido comercial, evitando que su exposición quede a criterio exclusivo de las plataformas o de los padres, sin reglas claras.
Se contempla prohibir su participación en retos que pongan en peligro su integridad física o emocional, así como sancionar la sexualización de menores o su uso en contenidos que puedan considerarse explotadores. Cualquier participación de menores tendría que estar regulada y contar con autorización expresa de sus tutores.
3. Uso de inteligencia artificial y manipulación digital
El proyecto también incorpora el tema del uso de IA en el contenido. Cuando se utilicen herramientas de inteligencia artificial para generar voces, rostros, avatares o escenas que se presenten como testimonios reales, los creadores deberán advertirlo.
La intención es evitar que la audiencia sea engañada con reseñas o recomendaciones que en realidad fueron producidas por sistemas automatizados o editadas de forma que cambien por completo el mensaje original. La manipulación digital que se haga pasar por evidencia real de la experiencia con un producto podría ser sancionada.
4. Contenidos nocivos y retos peligrosos
La iniciativa incluye disposiciones contra la promoción de contenidos que fomenten el odio, la violencia, la discriminación o la apología del delito. También busca limitar la publicidad de productos nocivos para la salud —como alcohol, tabaco o medicamentos no regulados— cuando se dirigen a audiencias amplias sin advertencias claras.
En cuanto a los retos virales, plantea sanciones contra quienes generen o difundan dinámicas que pongan en riesgo la integridad de la audiencia, especialmente cuando involucren a menores de edad o incentiven el daño físico.
5. Plataforma de quejas y vigilancia
Finalmente, el proyecto plantea la creación de una plataforma digital donde la ciudadanía pueda denunciar contenidos problemáticos: campañas engañosas, retos peligrosos, publicidad encubierta o discriminación.
A partir de estas denuncias, una autoridad reguladora podría iniciar investigaciones y, en caso de encontrar violaciones, imponer sanciones que van desde amonestaciones hasta multas y suspensiones.
Posibles efectos e implicaciones
Para creadores de contenido e influencers
De aprobarse la ley, los influencers tendrían que adaptar sus prácticas de publicación: etiquetar correctamente los contenidos patrocinados, revisar con mayor detalle los contratos con marcas y ser más cuidadosos con el tipo de retos o dinámicas que proponen a sus seguidores.
Para algunos creadores pequeños, la exigencia de cumplir con reglas formales podría representar una carga adicional. Sin embargo, también podría profesionalizar el sector y fortalecer la confianza del público en los contenidos que consumen.
Para marcas y agencias de publicidad
Las marcas y agencias tendrían que revisar sus estrategias de marketing de influencia y asegurarse de que las campañas cumplen con las nuevas normas. Esto implica establecer cláusulas de transparencia con los influencers, definir mensajes claros y evitar afirmaciones exageradas o engañosas.
La regulación podría encarecer algunos procesos, pero también brindar un entorno más ordenado y con reglas claras para todas las partes.
Para las plataformas digitales
Aunque la iniciativa se presenta en el ámbito de la Ciudad de México, puede generar un efecto de presión hacia plataformas como TikTok, Instagram, YouTube o Twitch, que podrían verse obligadas a colaborar con las autoridades para atender quejas, moderar contenidos problemáticos y facilitar información sobre las cuentas.
También abre el debate sobre hasta dónde llega la responsabilidad de las plataformas en relación con el contenido de terceros, un tema que ya se discute en otros países.
Para usuarios y audiencia
En el mejor escenario, los usuarios tendrían más herramientas para distinguir entre opinión y publicidad, así como un canal formal para denunciar campañas engañosas o peligrosas. Esto fortalecería la protección del consumidor y la seguridad digital.
Sin embargo, también podría haber críticas si se percibe que la regulación se usa para censurar contenido incómodo o si se aplican criterios ambiguos que limiten la libertad de expresión.
Riesgos y desafíos de implementación
La iniciativa enfrenta varios retos:
- Definiciones claras: es necesario precisar términos como “influencer”, “contenido patrocinado”, “reto peligroso” o “uso de IA” para evitar interpretaciones discrecionales.
- Capacidad institucional: la autoridad encargada de vigilar el cumplimiento deberá contar con recursos, personal técnico y herramientas tecnológicas suficientes para monitorear un ecosistema enorme y en constante cambio.
- Coordinación con leyes federales y otras entidades: siendo una iniciativa local, podría requerir armonización con marcos federales o con regulaciones de otros estados para no generar vacíos o contradicciones.
- Equilibrio entre regulación y libertad: si la aplicación es excesiva o poco transparente, podría interpretarse como “ley mordaza” para creadores digitales o medios independientes.
- Adaptabilidad tecnológica: el entorno digital evoluciona rápido; una regulación rígida puede quedarse obsoleta en poco tiempo si no contempla mecanismos de actualización.
Conclusión
La propuesta de Morena para regular a los influencers en la Ciudad de México es uno de los intentos más ambiciosos por ordenar un ecosistema que hasta ahora ha funcionado con pocas reglas formales. Plantea mayor transparencia en la publicidad, protección de menores, control sobre contenidos nocivos y un primer acercamiento al uso responsable de la inteligencia artificial en campañas digitales.
Su impacto final dependerá de cómo se ajuste el texto legal, de la capacidad de las autoridades para aplicarlo y del diálogo con creadores, plataformas, organizaciones civiles y especialistas en derechos digitales. Un equilibrio adecuado podría convertir esta ley en un referente regional sobre regulación de influencers; un mal diseño o aplicación podría, en cambio, alimentar la percepción de censura o sobrerregulación.
En cualquier caso, el debate ya está abierto: el país discute cómo quiere que funcione la influencia digital en un entorno donde las redes sociales son, para millones de personas, una de las principales fuentes de información y entretenimiento.
Referencias
- La Jornada – Nota sobre la presentación de la iniciativa para regular a influencers en el Congreso de la CDMX.
- El Universal – Cobertura de la propuesta de diputada local de Morena para regular a influencers.
- Crónica – Análisis de la iniciativa y postura de la legisladora sobre transparencia y protección de menores.
- Medios digitales especializados – Artículos que detallan montos de sanciones, posibles multas de hasta 1.1 millones de pesos y creación de una plataforma de quejas.
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