Una medida controvertida para frenar la reincidencia
El gobierno del Reino Unido ha anunciado la implementación de un programa piloto de castración química para delincuentes sexuales en 20 prisiones de Inglaterra y Gales. La medida busca reducir la reincidencia y aliviar la sobrepoblación carcelaria, que ha alcanzado niveles críticos con casi 90,000 reclusos.
Detalles del programa y posibles obligatoriedades
La secretaria de Justicia, Shabana Mahmood, informó que el tratamiento, que consiste en la administración de medicamentos para suprimir el deseo sexual, se aplicará inicialmente de forma voluntaria. Sin embargo, el gobierno está considerando la posibilidad de hacerlo obligatorio para ciertos delincuentes sexuales reincidentes. Estudios indican que la castración química puede reducir la reincidencia hasta en un 60%.
Reacciones y críticas
La propuesta ha generado controversia. Organizaciones de derechos humanos y expertos médicos han expresado preocupaciones éticas sobre la obligatoriedad del tratamiento. El profesor Don Grubin, especialista en psiquiatría forense, señaló que muchos médicos se negarían a participar en programas obligatorios, argumentando que la intervención médica debe ser consensuada y no utilizada como herramienta de control social.
Contexto internacional y antecedentes
La castración química ya se utiliza en países como Alemania y Dinamarca de forma voluntaria, y en Polonia es obligatoria para ciertos delitos sexuales. En el Reino Unido, se ha probado en programas piloto desde 2007, pero esta es la primera vez que se considera una implementación a gran escala y con carácter obligatorio.
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