Un año de gobierno: balance político y ánimo público
En el primer aniversario de su mandato, Claudia Sheinbaum llegó al Zócalo capitalino con altos niveles de aprobación y con la intención de convertir el informe en un acto político de amplio alcance nacional. Durante su discurso, la mandataria resaltó logros en materia económica, social y de seguridad, y aseguró que su administración se mantiene fiel al principio de “gobernar para el pueblo”.
El mensaje se dio en un contexto de relativa estabilidad política, aunque persisten desafíos en temas de seguridad y procuración de justicia. De acuerdo con mediciones recientes, los programas sociales y la estabilidad del peso continúan siendo los principales pilares de su popularidad.
El Zócalo como termómetro: asistencia y cierre de gira
El informe tuvo lugar el 5 de octubre de 2025 en un Zócalo repleto. Cientos de miles de personas asistieron al evento, que marcó el cierre de una gira nacional de rendición de cuentas. Durante semanas, Sheinbaum visitó distintas entidades del país para destacar avances en infraestructura, salud y bienestar.
La ceremonia incluyó discursos, presentaciones culturales y un operativo de seguridad amplio. Para muchos analistas, el acto funcionó como una demostración de fuerza política y de cercanía con su base social.
Ejes del mensaje: economía, programas y seguridad
En su balance de gobierno, Sheinbaum destacó la continuidad de los programas sociales impulsados durante la administración anterior, los cuales —según dijo— “garantizan la dignidad de millones de familias mexicanas”. Señaló también la estabilidad del peso frente al dólar, el crecimiento del salario mínimo y la expansión de proyectos estratégicos como el Corredor Interoceánico y el Tren Maya.
En materia de seguridad, la presidenta afirmó que la incidencia delictiva ha mostrado reducciones sostenidas en varios estados, aunque reconoció que aún existen retos en el combate a la delincuencia organizada. Subrayó que su gobierno apuesta por una estrategia “basada en la justicia social y la coordinación institucional”.
La reforma a la Ley de Amparo como bandera
Uno de los momentos más destacados del discurso fue la defensa pública de la reforma a la Ley de Amparo, una iniciativa que el gobierno considera fundamental para modernizar el sistema judicial. Sheinbaum argumentó que la reforma busca evitar que el amparo se utilice como “un escudo para los poderosos que no quieren cumplir con sus obligaciones fiscales” y pretende acelerar los procesos judiciales a través de herramientas digitales y nuevos criterios de tramitación.
La presidenta enfatizó que los derechos de los ciudadanos seguirán plenamente protegidos y que la reforma no limita el acceso a la justicia, sino que lo fortalece al sancionar a las autoridades que incumplen sentencias.
La cláusula polémica: ¿retroactividad o regla procesal?
A pesar de las intenciones declaradas, la reforma ha generado controversia. Un artículo transitorio aprobado en el Senado establece que las nuevas disposiciones se aplicarán a los juicios en curso, lo que algunos juristas interpretan como un acto de retroactividad prohibido por la Constitución.
El gobierno ha rechazado esa lectura, asegurando que se trata de normas procesales que pueden aplicarse a procedimientos en desarrollo sin violar derechos adquiridos. En la Cámara de Diputados, legisladores aliados al Ejecutivo han prometido revisar el texto para garantizar su constitucionalidad y evitar ambigüedades legales.
Reacciones y contrapesos: empresariado, sociedad civil y academia
Organizaciones empresariales y asociaciones civiles han manifestado preocupación por el alcance de la reforma. Argumentan que ciertos candados procesales podrían afectar la certidumbre jurídica e incluso dificultar la defensa de comunidades o colectivos frente a actos de autoridad.
Por su parte, la academia y expertos en derecho constitucional reconocen que la reforma contiene avances técnicos —como la digitalización del amparo—, pero advierten que cualquier modificación al equilibrio entre el ciudadano y el Estado debe ser tratada con especial cuidado.
Lo que sigue en el Congreso
La minuta aprobada en el Senado fue enviada a la Cámara de Diputados, donde se prevé un análisis detallado antes de su votación. Legisladores de distintas bancadas han insistido en que el proceso no será “fast track” y que se escuchará a juristas, jueces y organizaciones sociales antes de aprobar la versión final.
El propio Ejecutivo federal ha reiterado que no se busca limitar derechos, sino asegurar que la justicia sea más rápida y accesible. Sin embargo, la discusión sobre el carácter retroactivo de la ley podría llegar a la Suprema Corte, que tendría la última palabra sobre su constitucionalidad.
Lectura política
El evento en el Zócalo sirvió como un acto de reafirmación del liderazgo presidencial. Sheinbaum aprovechó la ocasión para consolidar su narrativa de continuidad con transformación, reforzando la idea de un gobierno fuerte, popular y con capacidad de reformas estructurales. Sin embargo, la defensa de la Ley de Amparo podría convertirse en su primera gran batalla jurídica y política de la administración.
La forma en que se resuelva esta controversia marcará el tono de los próximos años: entre la consolidación del poder presidencial o la reafirmación de los contrapesos institucionales.
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