Revés judicial y reacción inmediata
El 28 de mayo de 2025, el Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos dictaminó que los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA) son ilegales. La corte determinó que el entonces mandatario excedió sus facultades al imponer tarifas sin autorización del Congreso, afectando a múltiples países, incluidos México, Canadá y China. El fallo otorgó un plazo de diez días para suspender los aranceles.
Sin embargo, un día después, el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal concedió una suspensión temporal del fallo. Esto permitió que los aranceles continúen vigentes mientras se resuelve la apelación presentada por la actual administración de Trump, quien ya ha manifestado su disposición a llevar el caso ante la Corte Suprema.
Argumentos del gobierno y críticas judiciales
Desde su imposición, los aranceles han sido justificados por Trump como una medida necesaria para proteger la seguridad nacional, combatir la inmigración ilegal y frenar el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos. El equipo legal de Trump asegura que la IEEPA le otorga facultades amplias en contextos de emergencia internacional.
No obstante, el fallo original del Tribunal de Comercio sostiene que dicha ley no confiere al presidente autoridad ilimitada en asuntos de comercio. La corte también argumentó que los aranceles impuestos carecen de un vínculo directo con la emergencia nacional alegada y que no se establecieron límites razonables al uso del poder presidencial, convirtiendo las órdenes ejecutivas en herramientas de control económico sin supervisión legislativa.
Impacto económico y reacciones internacionales
La reactivación de los aranceles ha generado tensiones con socios comerciales clave. México y Canadá, principales afectados, han advertido que responderán con medidas espejo y podrían escalar el caso ante la Organización Mundial del Comercio. Funcionarios mexicanos señalaron que revisarán el alcance del fallo y sus efectos sobre las exportaciones agrícolas e industriales.
En el plano interno, sectores empresariales estadounidenses, especialmente aquellos con cadenas de suministro internacionales, han criticado la decisión judicial que mantiene los aranceles. Representantes del sector manufacturero y agrícola han señalado que las tarifas encarecen insumos, reducen márgenes de ganancia y afectan la competitividad global del país.
Los mercados bursátiles han reaccionado con volatilidad, reflejando la incertidumbre provocada por esta batalla legal. Analistas prevén que si los aranceles se mantienen por más tiempo, podría haber un efecto negativo acumulativo en los precios al consumidor y en el crecimiento económico de Estados Unidos.
Conclusión
El regreso de los aranceles representa no solo un desafío económico, sino también un conflicto institucional sobre los límites del poder presidencial. Mientras Trump insiste en que sus medidas fueron necesarias para resguardar la seguridad nacional, los tribunales comienzan a trazar líneas sobre lo que puede y no puede hacer un presidente en materia de política comercial sin supervisión del Congreso.
El desenlace de este caso, que ahora podría llegar a la Corte Suprema, sentará un precedente clave para futuras administraciones. Además, sus implicaciones sobre las relaciones comerciales de Estados Unidos con sus aliados estratégicos podrían perdurar mucho más allá de este ciclo electoral.
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