Balean al senador colombiano Miguel Uribe

El senador colombiano Miguel Uribe fue baleado en un mitin; el agresor, un menor, fue detenido y el político sigue en estado crítico.

El sábado 7 de junio de 2025, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, de 39 años y líder del partido Centro Democrático, fue víctima de un intento de asesinato durante un mitin en Bogotá. Uribe se encontraba en el barrio Fontibón (Modelia), cuando un menor —de entre 14 y 15 años según distintas versiones— le disparó por la espalda, impactándolo en la cabeza y en una pierna. Otros dos civiles resultaron heridos.

Ataque y primeros auxilios

Las imágenes del atentado muestran a Uribe hablando desde una tarima, cuando una ráfaga de disparos corta el mitin, provocando pánico y caos. Uribe cae al suelo cubierto de sangre, mientras escoltas y asistentes lo trasladan a la Fundación Santa Fe de Bogotá. Inmediatamente se activó su esquema de seguridad, lo que dio lugar a un breve tiroteo que resultó en la detención del agresor, quien portaba una pistola tipo Glock.

Intervención médica y estado crítico

El senador fue sometido a neurocirugía de urgencia y a una intervención vascular en la Fundación Santa Fe. Su estado fue descrito como “de máxima gravedad” y con pronóstico “reservado”, encontrándose en una unidad de cuidados intensivos. Autoridades advirtieron que atraviesa un periodo crítico, aunque habría superado la cirugía inicial.

Perfil del presunto atacante

El agresor fue identificado como un joven de aproximadamente 14 o 15 años. Fue detenido en el lugar, con heridas en el pie por el fuego cruzado entre escoltas y policías. Recibió atención médica y permanece bajo custodia. Las investigaciones se centran en determinar si actuó solo o si existe una red más amplia detrás del atentado, lo que ha motivado hipótesis sobre su posible reclutamiento por actores armados ilegales o estructuras del crimen organizado.

Reacciones políticas

El atentado desató una ola de condenas de todo el espectro político colombiano. El presidente Gustavo Petro repudió el ataque, asegurando que la violencia no puede ser la vía para dirimir las diferencias políticas. Dirigentes de oposición, entre ellos Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, denunciaron un ambiente de polarización creciente que pone en riesgo la integridad de los líderes públicos. Organizaciones internacionales como la OEA y Human Rights Watch también condenaron el hecho y llamaron a proteger el proceso electoral colombiano.

Clima de violencia en año preelectoral

El atentado ocurre en un contexto de recrudecimiento de la violencia política en Colombia. En los últimos meses, varios líderes sociales, candidatos regionales y periodistas han sido víctimas de amenazas o ataques. Las autoridades han señalado un incremento en la acción de grupos armados ilegales en zonas urbanas, y un deterioro generalizado en la seguridad de actores políticos de todas las tendencias.


Conclusiones

  1. El ataque contra Miguel Uribe representa un golpe directo a la estabilidad democrática de Colombia.
  2. La utilización de un menor como atacante plantea preocupaciones sobre la instrumentalización de niños por redes criminales o grupos violentos.
  3. El caso evidencia la urgencia de reforzar las condiciones de seguridad para líderes políticos en el país, particularmente de cara al proceso presidencial de 2026.
  4. La respuesta institucional y social será clave para impedir una escalada de violencia electoral y para sostener la credibilidad del proceso democrático.

El intento de magnicidio deja un precedente alarmante y subraya los desafíos estructurales que enfrenta Colombia en su ruta hacia una convivencia política no violenta.

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