Una medida impulsada por el oficialismo republicano

El 8 de mayo de 2025, la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por el Partido Republicano, aprobó por un estrecho margen de 211 votos a favor y 206 en contra un proyecto de ley que busca cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”. Esta iniciativa legislativa busca codificar en ley la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump el 20 de enero de 2025, en su primer día de su segundo mandato.

La propuesta, liderada por la representante Marjorie Taylor Greene, obliga a todas las agencias federales a actualizar mapas, documentos y materiales oficiales para reflejar el nuevo nombre. Greene defendió el proyecto argumentando que el pueblo estadounidense asume los gastos para proteger y asegurar las vías fluviales marítimas para el comercio y que las Fuerzas Armadas estadounidenses protegen la zona de cualquier amenaza militar de países extranjeros. “Es nuestro golfo. El nombre correcto es Golfo de América y así es como debería llamarlo el mundo entero”, afirmó.

Reacciones y críticas a la propuesta

La medida ha generado una fuerte polémica tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Los demócratas criticaron la iniciativa como una distracción innecesaria de los problemas reales que enfrenta el país. El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, cuestionó la prioridad dada a este proyecto en lugar de abordar temas como la economía, la sanidad o la seguridad pública. Por su parte, la representante Mary Gay Scanlon calificó la propuesta como “el proyecto de ley más tonto presentado” durante su tiempo en el Congreso.

A nivel internacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la orden ejecutiva de Trump y afirmó que su gobierno seguirá refiriéndose al golfo por su nombre histórico. El gobierno cubano también ha rechazado el cambio de nombre de manera unilateral. Además, la Organización Hidrográfica Internacional, que busca estandarizar los nombres de las formaciones marítimas internacionales, no ha reconocido el nuevo nombre propuesto por Estados Unidos.

Implicaciones y próximos pasos

Aunque la Cámara de Representantes ha aprobado el proyecto de ley, su futuro en el Senado es incierto. Para convertirse en ley, la medida necesita superar la barrera de los 60 votos en el Senado, donde los republicanos no cuentan con una mayoría suficiente. Además, la medida ha sido criticada como un intento de consolidar el legado de Trump y de promover una agenda nacionalista.

Mientras tanto, algunas empresas y plataformas digitales, como Google Maps y Apple, han comenzado a adoptar el nuevo nombre en sus servicios dentro de Estados Unidos, aunque mantienen el nombre tradicional en otras regiones. Sin embargo, la mayoría de los medios de comunicación y organismos internacionales continúan utilizando el nombre de “Golfo de México”.

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