EE.UU. sanciona a operadores del Cártel de Sinaloa

Golpe a las finanzas del narcotráfico

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha anunciado nuevas sanciones contra seis individuos y siete empresas vinculadas al Cártel de Sinaloa, como parte de una ofensiva dirigida a desmantelar las redes financieras que sostienen las operaciones de tráfico de drogas, en particular el fentanilo, hacia territorio estadounidense.

Estas acciones, coordinadas a través de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), buscan bloquear los activos de los involucrados y prohibir a ciudadanos y empresas estadounidenses realizar cualquier transacción con ellos. Según las autoridades, estas redes han movido millones de dólares mediante esquemas de lavado de dinero que permiten al cártel sostener su aparato logístico y armado.

Individuos señalados y su modus operandi

Uno de los principales sancionados es Enrique Dann Esparragoza Rosas, identificado como líder de una célula operativa en Mexicali, Baja California. Esparragoza Rosas sería parte del círculo financiero tanto de “Los Chapitos” —la facción encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán— como de la organización de Ismael “El Mayo” Zambada.

Se le acusa de haber lavado al menos 16.5 millones de dólares desde abril de 2023, utilizando empresas fachada y transferencias bancarias para ocultar el origen ilícito del dinero proveniente del narcotráfico. Otro sancionado es Alan Viramontes Sesteaga, vinculado a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, a quien se señala por administrar parte del flujo de efectivo desde Sinaloa.

Empresas involucradas y zonas de operación

Las siete empresas sancionadas operan principalmente en los estados de Baja California, Sinaloa y Jalisco. Entre ellas se encuentran negocios de transporte de carga, comercio mayorista y lavado de autos, todos utilizados como fachada para encubrir operaciones ilícitas. Algunas de estas compañías tienen vínculos directos con las redes de distribución del fentanilo, una de las drogas más lucrativas y peligrosas que trafica el cártel.

Además de la sanción económica, las autoridades estadounidenses buscan limitar la capacidad de estas empresas para operar internacionalmente, congelando sus cuentas y cancelando cualquier posibilidad de relación financiera con entidades fuera de México.

Cooperación internacional y presión bilateral

Estas medidas se suman a una serie de acciones coordinadas entre Estados Unidos y México para combatir el narcotráfico, aunque han surgido tensiones por la percepción de que el gobierno estadounidense actúa de manera unilateral al sancionar a personas mexicanas sin consulta previa.

Aun así, Washington ha insistido en que este tipo de sanciones son necesarias para reducir el flujo de drogas sintéticas, especialmente fentanilo, que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en los últimos años. La estrategia busca atacar el problema desde su raíz económica: desarticular las estructuras de lavado de dinero que permiten a los cárteles mantenerse operativos.

Conclusiones

Las nuevas sanciones contra operadores financieros del Cártel de Sinaloa representan un golpe a una de las áreas más sensibles de las organizaciones criminales: su capacidad para mover y ocultar dinero. Si bien estas acciones no desmantelan por completo al cártel, sí pueden ralentizar su funcionamiento y obligarlo a reconfigurar sus redes. El éxito de esta estrategia, sin embargo, dependerá de una coordinación más efectiva entre México y Estados Unidos, así como del fortalecimiento de las instituciones encargadas de investigar y judicializar los delitos financieros.

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