El Papa Francisco, de 88 años, ha experimentado recientemente dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda mientras permanece hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero. Estos incidentes fueron provocados por una acumulación significativa de mucosidad en los bronquios, lo que llevó a broncoespasmos. Para aliviar su condición, se realizaron dos broncoscopias para aspirar las secreciones, y se reanudó la ventilación mecánica no invasiva. A pesar de la gravedad de la situación, el Pontífice ha permanecido lúcido, orientado y cooperativo en todo momento. ​

Evolución de la salud del Papa

Antes de estos episodios, el Papa había mostrado signos de mejoría. Según informes del Vaticano, había descansado bien durante la noche y no presentaba fiebre. Sin embargo, la reciente crisis ha generado preocupación sobre su estado de salud general. Los análisis de sangre no indican una nueva infección, lo que sugiere que la acumulación de moco es una consecuencia de la neumonía existente. ​

Historial médico y consideraciones adicionales

La salud del Papa Francisco ha sido objeto de atención en los últimos años. En su juventud, se le extirpó parte de un pulmón debido a una infección. Más recientemente, en 2021, fue sometido a una cirugía de colon. Además, ha experimentado problemas de movilidad que lo han llevado a utilizar una silla de ruedas en ocasiones.

Conclusión

La reciente crisis respiratoria del Papa Francisco resalta la fragilidad de su estado de salud actual. Mientras continúa bajo atención médica en el Hospital Gemelli, la comunidad católica y el mundo en general permanecen atentos a su evolución, esperando una pronta recuperación del líder espiritual.

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