Sanciones del Departamento del Tesoro
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), impuso sanciones económicas a Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, alias “El Mochomito”. Identificado como un operador clave del Cártel de los Beltrán Leyva, Beltrán Guzmán fue señalado por participar significativamente en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, especialmente fentanilo, cocaína, heroína y metanfetamina.
La medida implica el congelamiento de todos sus bienes y activos localizados en territorio estadounidense, así como la prohibición para ciudadanos o empresas estadounidenses de realizar cualquier transacción con él. Estas acciones forman parte de la estrategia estadounidense para debilitar las estructuras financieras de las organizaciones criminales transnacionales.
¿Quién es “El Mochomito”?
Jesús Alfredo Beltrán Guzmán es hijo de Alfredo Beltrán Leyva, alias “El Mochomo”, y sobrino de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Su perfil criminal es conocido desde hace más de una década, y ha sido considerado una figura clave en el tráfico de drogas en el llamado “Triángulo Dorado”, una región estratégica que abarca partes de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Fue detenido en 2016 por cargos relacionados con posesión de armas y cocaína. Aunque estuvo en prisión por algunos años, recuperó su libertad en 2021 y, desde entonces, las autoridades estadounidenses lo acusan de haber retomado sus actividades criminales con fuerza renovada.
Estrategia de combate financiero
Estas sanciones forman parte de una táctica más amplia impulsada por el gobierno de Estados Unidos, la cual busca debilitar a los cárteles no solo mediante detenciones, sino también a través del estrangulamiento financiero. La inclusión de “El Mochomito” en la lista negra del Departamento del Tesoro tiene como finalidad limitar su capacidad para mover recursos, adquirir insumos o establecer alianzas logísticas dentro y fuera del país.
Además, estas acciones envían un mensaje claro a las redes criminales: el control de sus operaciones económicas es tan prioritario como el arresto de sus líderes. Para el gobierno estadounidense, sin dinero, las estructuras criminales pierden capacidad de corrupción, compra de armamento y expansión territorial.
Conclusión
La designación de Jesús Alfredo Beltrán Guzmán como objetivo de sanciones económicas refleja el enfoque integral del gobierno estadounidense en la lucha contra el narcotráfico. Al actuar directamente sobre el corazón financiero de los cárteles, Washington busca limitar su capacidad operativa, disuadir futuros vínculos empresariales con actores ilícitos y reforzar su compromiso con la seguridad regional frente a una de las amenazas más persistentes: el tráfico internacional de drogas.
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