Una dimisión en medio de la crisis de seguridad
José Barajas Mejía, fiscal general del estado de Tabasco, presentó su renuncia el 31 de marzo de 2025, apenas cinco meses después de haber asumido el cargo. La noticia se produce en un contexto de creciente violencia en la entidad, marcado por ataques armados, quema de vehículos y, recientemente, el hallazgo de fosas clandestinas en el municipio de Macuspana.
La dimisión del fiscal fue confirmada por el gobernador Javier May Rodríguez, quien informó que Barajas decidió reincorporarse a sus funciones militares en la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). La salida de Barajas reabre el debate sobre la seguridad en Tabasco, una entidad que ha enfrentado un repunte considerable de la violencia en los últimos meses.
Una gestión corta y bajo presión
Barajas Mejía asumió la titularidad de la Fiscalía General del Estado (FGE) en octubre de 2024, en sustitución de Nicolás Bautista Ovando. Su perfil militar generó expectativas sobre una gestión más firme y estratégica frente a la delincuencia organizada, sin embargo, su periodo se vio marcado por hechos de violencia cada vez más frecuentes.
Durante su breve gestión, se implementaron operativos conjuntos con la Guardia Nacional y las fuerzas armadas, especialmente en zonas rurales donde el control del crimen organizado ha sido históricamente complejo. Sin embargo, los resultados visibles fueron limitados y la percepción de inseguridad se mantuvo alta.
El hallazgo que precipitó su salida
El episodio que más ha cimbrado al estado fue el reciente hallazgo de restos humanos en dos fosas clandestinas localizadas en Macuspana, tierra natal del presidente Andrés Manuel López Obrador. En el lugar fueron encontrados segmentos óseos y ropa con rastros de sangre, lo que llevó a la apertura de una carpeta de investigación por homicidio.
Aunque las autoridades no vincularon de manera directa el hallazgo con la renuncia del fiscal, diversos analistas apuntan a que la presión mediática y el creciente descontento ciudadano pudieron haber sido factores determinantes. La localización de fosas en el sureste mexicano, tradicionalmente considerado más seguro que otras regiones del país, encendió las alertas.
El futuro de la Fiscalía y la seguridad estatal
Tras la renuncia de Barajas Mejía, el Congreso local deberá designar a un nuevo fiscal. Mientras tanto, la Fiscalía quedará a cargo de un encargado provisional. El reto principal será contener la ola de violencia y restaurar la confianza en las instituciones de procuración de justicia.
El gobernador Javier May ha prometido que la seguridad será prioridad en su administración, pero enfrenta una tarea compleja en un entorno donde los grupos delictivos han demostrado capacidad de adaptación y expansión. El cambio en la Fiscalía podría representar una oportunidad para replantear estrategias, aunque también podría significar una nueva etapa de incertidumbre institucional.
Conclusiones
La renuncia de José Barajas Mejía se inscribe en una cadena de relevos forzados dentro de las fiscalías estatales del país, muchas veces motivados por la incapacidad de frenar el avance del crimen organizado. Más allá del cambio de nombre, el reto real para Tabasco será estructural: mejorar sus capacidades de investigación, inteligencia y coordinación, en un momento en que la violencia ya no respeta fronteras geográficas ni perfiles institucionales.
Infórmate sobre lo que está pasando en México y cómo nos afecta. A las 10 am, Ale Díaz de la Vega analiza en El Daily Diario las noticias más relevantes del país. Haz clic aquí y entérate de todo.