Samuel García y Luis Enrique Orozco, los “dos papás” de Nuevo León, generan un vaivén político. La renuncia de Orozco a la gubernatura interina, designado por la legislatura local, ha dejado a los norteños con preguntas tan profundas como si “tener dos papás significa dos Navidades” o “¿cuál de ellos es la prima?”.
Este juego de sillas musicales ha llevado a Samuel García a retomar su posición, alimentando el drama político con declaraciones y acciones que rayan en lo infantil, recordando a todos su título de “niño más bonito de Nuevo León” y sus controversiales opiniones sobre el trato a la gente morena. Mientras tanto, Mauro Guerra, presidente del Congreso con un peculiar trato a los meseros, maneja la situación con una mezcla de seriedad y sarcasmo.
Descubre más sobre esta enrevesada trama política en “El Daily Diario” con Ale Díaz de la Vega.